Capítulo 117 ~ Yo seré su mago

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Luego del intercambio con Hebaron, Maxi se dirigió directamente a la enfermería donde Melric estaba preparando hierbas de emergencia para la campaña. El viejo mago estaba sentado entre sacos de hierbas esparcidos por el suelo.

Maxi se arremangó y se acercó al escritorio para ayudarlo. Melric levantó la vista de amontonar hierbas secas en una pequeña bolsa acolchada y la miró con expresión preocupada.

— Mi señora, no se ve bien. ¿Por qué no descansa hoy en sus aposentos? Puedo encargarme de los preparativos yo mismo.

— Simplemente... tuve problemas para dormir anoche. Estoy bien.

El viejo mago suspiró mientras bajaba un frasco de ungüento del estante.

— Los monstruos parecen incrementarse conforme pasan los años. Es verdaderamente un misterio.

— ¿Alguna... vez has estado e-en una campaña, Melric?

— Participé frecuentemente en redadas de pequeña escala. También formé parte de algunas campañas a largo plazo cuando era más joven. Aunque, siendo un mago de bajo nivel solo bueno para curar, estaba mayormente estacionado en la retaguardia.

Su expresión se oscureció mientras revolvía un ungüento espeso con una espátula.

— Debe estar preguntando porque no hay ningún mago para unirse al grupo que se va a la campaña. Si todo lo demás falla y no pueden encontrar un mago, entonces iré con ellos, mi señora.

— ¡N-No! Lo pregunto porque quiero ir con ellos. No tengo ninguna intención de enviarte... a-así que por favor, no te preocupes por eso.

Los ojos de Melric se agrandaron.

— ¿Usted, mi señora? ¿El señor ha permitido eso?

El rostro de Maxi decayó. ¿Fue Riftan tan implacable que incluso alguien que sólo había estado aquí un mes reaccionó de esa manera?

Maxi negó débilmente con la cabeza.

— T-Tengo la intención... de persuadirlo.

— Si mal no recuerdo, me dijo que empezó a aprender magia el año pasado. ¿Es eso correcto? ¿Tiene alguna experiencia con incursiones, mi señora?

— N-No... pero me he... encontrado con monstruos en varias ocasiones.

Maxi se obligó a tragar el hecho de que se había desmayado dos veces. En ambas ocasiones hubo razones válidas. La primera vez fue después de varias noches de insomnio y desnutrición debido a la ansiedad por un posible divorcio. La segunda vez que se desmayó fue por agotamiento de maná. En la actualidad, gozaba de mejor salud y era más hábil en el control de su maná.

— A decir verdad... nunca había viajado tan lejos. ¿Qué... hace exactamente un mago... en una campaña?

— Los grandes magos capaces de realizar magia ofensiva se unen a los caballeros en la batalla, pero los sanadores como yo en su mayoría se refugian en algún lugar seguro para no estorbar. Curamos a los heridos una vez terminada la batalla —. Continuó luciendo un poco avergonzado —. Los magos de bajo nivel que sólo son capaces de realizar unos pocos hechizos básicos son, en verdad, bastante inútiles en la batalla. Cuando no estaba atendiendo a los heridos, servía como paje, preparando las comidas de los soldados o cuidando los caballos.

— Y-Ya veo.

Si lograba convencer a Riftan de que la llevara consigo, ¿tendría también que preparar la comida para los hombres y cuidar de sus caballos? Maxi sintió que una nube oscura se formaba sobre ella; ella nunca había cocinado nada en su vida.

Debajo del Roble ~ Libro 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora