advertencia

23 6 0
                                    

El pescador se encuentra en la estación de trenes, con la excusa de buscar a Shuichi, quien se encontraba desaparecido, esperaba poder hallar a ambos.

Por su cabeza ronda la promesa al mar...ser rey del mar.

—Togami, ¿Estás seguro de que están aquí?

—Sí, Amami me dijo que estarían aquí.

Hay varias personas que creen en las sirenas, y saben lo que significa una vida eterna.

No es el único que está en busca de descubrir la realidad en esas leyendas.

A pesar de estar en verano, el aire se hizo frio.

—¿Hay mal tiempo? Esas nubes se ven muy extrañas.

Escuchó a fukawa, su compañera, hablar y se giro para ver a qué se refiere.

Las nubes se mueven sorprendentemente, como si fueran absorbidas por algo.

Las demás personas se asombraron por el fenómeno.

Togami creyó que eso era demasiado extraño para ser normal, se subió a un lugar alto, desesperado por su obsesión, con la esperanza de ver con sus propios ojos la magia de una sirena de aquella magnitud

Tenía razón.

A lo lejos, las nubes descienden hacia la tierra, y ahí se ha llenado de neblina.

Las sirenas controlan el agua, Togami lo sabe muy bien.

—Las nubes siguen siendo de agua — dijo obteniendo una pista de dónde se encuentra su objetivo.

Está en el lado opuesto de donde ellos se encuentran.

—El bastardo de Amami nos mintió... ¡Hay que irnos!

💚

Huí a casa y tome las cosas que ambos chicos habían preparado para irnos a la isla.

Tome mis cosas y me asusté cuando alguien entro al mismo cuarto que yo.

Kaede me miró asustada cuando me vio reaccionar agresivamente. A la defensiva con un arma.

Mi mirada se relajo al mirarla y baje al instante mis manos.

—¿Amami?— se puso, pálida.

Le tome de los hombros y cerré la puerta tras de ella.

—¿Qué está pasando?

—Perdóname por reaccionar así. Toma tus cosas, debemos irnos.

Me miró con miedo —¿Qué fue lo que hiciste?

Sentí culpa —Yo...nos han descubierto, los pescadores vienen hacia aquí, debemos encontrar a Ouma y Saihara para llevarlos a la bahía lo antes posible.

—¿Los delataste?

—No, yo nunca...

—¿Por qué llevas un arma, entonces?— me miró con recelo —...¿Quién eres?

Me sentí atrapado, pero no puedo mentirle si quiero que confíe en mí.

—Vine aqui para cazar sirenas, la luna llena en esta zona, hacen avistamientos de ellas y...ofrecían una gran recompensa por encontrarse con una...

—¿Nos engañaste...?

Le tome de las manos —Estaba equivocado, no son las creaturas que aseguran que son...hice mal en no hablar de esto pero no quiero hacerle daño a nadie...por muy grande que sea la recompensa, no haría daño a una persona.

En el agua [Saiouma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora