Sospechas

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—Ya casi llegamos— dijo Ouma, Togami le ha ignorado en el trayecto.

—Así es— respondió secamente.

—Es extraño, no recuerdo cómo fue que te encontré...

—Estás aquí, eso es lo único que importa.

—¿Puedes contarme que paso?

Togami le miró y rasco su barbilla
—Me raptaste, como todas las sirenas hacen, pero no pudimos volver al mar, entonces con la página de este libro encontramos una solución, y, como podrás ver, nos encaminamos hacia allá.

No es exactamente lo que Ouma quería escuchar.

—Entonces me recuerdas— asumió —¿Estuviste esperando por mí?

Togami le miró extrañado, pues no sabe a qué se refiere —Claro.

Su respuesta fue seca. Togami prendió una farola.

Ouma froto sus manos inseguro, la noche se hace cada vez más presente y la luna es visible, totalmente oscura, dirigiéndose hacia el cielo.

Se siente extraño al no poder recordar ni tampoco al reconocer al chico en frente suya. Esperaba a alguien totalmente distinto. Aquel niño llorón de corazón amable.

Supuso que el tiempo le dió malas rachas como para que sea tan agrio.

Demasiadas malas rachas...

Igual que las personas en su hogar...casarse con alguien similar a las personas de su hogar le genera incomodidad.

Ya no está seguro de que su sueño haya valido la pena.

El barco choco contra la roca de la isla y Togami se levantó —Hay que irnos— tomo la mochila en su espalda mientras Ouma le mira.

-Quizás...no es la misma persona- pensó Ouma y para asegurarse, tuvo una idea.

—¿Recuerdas la promesa que me hiciste?

Togami se detuvo y Ouma se le acercó.

—Prometiste que me devolverías está roca cuando me vieras— le señaló la roca brillante en su mano y Togami sonrió.

—Lo lamento, entre tantas situaciones que hemos pasado olvide dartela— le dió la roca —Es toda tuya.

Ouma la tomo entre sus manos seguro de una cosa. Él no es esa persona que busca.

Entonces se pregunta que intenciones tiene al traerlo aquí y mentirle.

Ouma al tener su respuesta clara, sonrió, como si le dijera mil y un groserías con una simple sonrisa que fingia ser amigable.

—Gracias.

Por poco y renuncia a un amor que ha cuidado por mucho tiempo por un engaño tan barato.

Apretó su puño con la roca dentro de su mano y le dió un puñetazo al pescador frente suya.

El pescador se quejo, el golpe fue directo hacia su nariz y cayó de rodillas en la arena con algunas gotas de sangre resbalando de su nariz.

Aturdido de ello, cuando se giro, se dió cuenta que Ouma huyó.

Le descubrió.

—Mierda.

Le vio correr y Togami corrió detrás de él.

Kokichi salto para volver al mar pero el sonido fuerte de un disparo le hizo caer al suelo.

Su pie duele y de él sale sangre. Apretó los ojos ante el dolor.

Los pasos del pescador se acercaron a él, los ojos violeta de Ouma esconden el dolor y lo reemplaza con ira.

—No me mires así, tú provocaste todo esto, tu memoria es tan mala que ni si quiera recuerdas a quien
traicionaste.

Por la mente de Ouma cruzo la imagen de aquel chico de ojos miel y ahora se pregunta ¿Quien era en realidad y por qué siente tanta culpa?

—No iré contigo.

Togami se burlo —¿Crees que puedes decidir eso?— con la cola del arma le golpeó y Kokichi cayó inconsciente.

Cuando despertó se vio en la cima de la montaña. El cielo se ve hermoso, con nubes omnipotentes y la luna nueva brillando con una aureola a su alrededor, como ver su silueta...un vórtice, un anillo.

Está próxima a asomarse.

Intento moverse pero sus manos están presas por una cuerda.

Alrededor suya están las pociones, listo para hacer una promesa a la luna.

Ouma apretó su quijada la mirar la pescador preparando sus cosas.

—Justo a tiempo, me preguntaba si funcionaria aún si estabas dormido...quizás hubiera sido mas sencillo.

Tiene una daga en su mano.

La mirada de Ouma es fuerte, a pesar de que sabe que está en peligro, intento llamar a su tridente pero por alguna razón, no responde.

—La luna sabe las emociones de cada uno de nosotros, sabe que tus deseos son tan impuros como lo son tus emociones, no te cumplirá ningún deseo.

—Por eso existe la creación de un segundo plan...y tú tienes la eternidad en unas lágrimas.

Ouma pronto supo a qué se refería y por ello sintió escalofríos, el pescador cree en aquellas historias sobre el poder de las lágrimas de una sirena.

Pero en realidad no es como en los cuentos. Y teme que ofrecerle una lágrima no lo hará libre...lo encarcelara por más de sus lágrimas.

En cuanto vio su oportunidad, quiso levantarse pero la herida en su pie no se lo permitió, está vendado, pero la herida sigue abierta.

Togami se le acercó y le sostuvo del rostro.

—Si cooperas, el dolor no será tanto—acerco la daga hacia Ouma.

La respiración del chico se hizo rápida por la adrenalina. Teme lo que pueda ocurrir, también le duele aceptar que tenían razón, los humanos no son buenos.

Una tormenta se aproxima y un rayo le llamo la atención al tritón, quien miró al cielo.

Una tormenta declarada por la ira de un ser del mar.

Togami, se giro hacia donde los ojos violetas miraban, intrigado de saber que fue lo que lo distrajo tanto.

La tormenta, lleva rayos consigo y una enorme pared de agua, una ola lo suficientemente grande como para hundir una ciudad.

Pero una luz le llamo la atención al rubio, en la isla hay una luz que pertenece a una linterna.

Un extraño llegó a la isla de la luna.

Los ojos violetas de Kokichi se iluminaron en esperanza al ver a aquel chico de cabello negro volver por él, una ayuda que necesitaba.

Togami al ver su reacción, decidió dejar a Ouma y encargarse de aquellos que parecen no rendirse.

—Si te mueves de aquí, te llevaré sin vida a la ciudad.

Advirtió y camino para bajar el acantilado. Ouma le miró alejarse y se levantó para desatar sus manos. Se masajeo las muñecas

—Debe ser muy idiota si cree que me voy a quedar— dió unos pasos cojeando debido al dolor en su pie mientras usa su magia para curarse, se acercó al acantilado para asegurarse de que al saltar vaya de nuevo al mar.

—Volvere a casa— se dijo a sí mismo, mirando de frente a la luna nueva, inhaló con suavidad para relajar sus nervios y saltar.

En el agua [Saiouma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora