CAPITULO 11.

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Días antes.

Venus:

Después de estar en el jardín y de recibir ese gran ramo de rosas, entre a la casa, estuve viendo películas y platicando con Raquel, pero al final me gano el cansancio, así que estoy aquí tirada en el sofá de la casa pensando no se que, porque ya me quede sin pensamientos, lo he pensado todo hoy, desde entregarle mi alma a ese hombre hasta la reacción de mi padre si se entera que estoy aquí. Me imagino que a mi padre le daría un infarto y seria capaz de mandar un ejercito por mi, aunque bueno a yo a mi padre no le intereso de a mucho así que seria capaz de dejarme aquí, pero pensándolo bien seria buena idea quedarme.

Ya ha llegado la noche y todo esta un poco oscuro, desde aquí se ve hermoso el mar, lastima que aun no he podido a verlo y nadar. suelto un suspiro y escucho como la puerta de la casa se abre, unos grandes pasos se acercan, estoy segura que es Salvatore, nadie anda como gigante mas que el. No es muy buena idea verlo ahora y mas cuando mi mente esta trabajando en mi contra, así que tengo que usar la vieja confiable, hacerme la dormida, aunque va a salir mal, porque no soy muy buena haciéndome la dormida. 

— Mierda.— escucho como cae algo al piso y se rompe.

Sigo escuchando y presiento que el se ha sentado en el sofá que queda al frente del de donde yo estoy, ahora si que menos me va a funcionar este escape. Escucho como el se acerca al mini bar y sirve algo.

Bella mía, si supieras toda la mierda que pasa por mi cabeza. No se como amar.— lo escucho decir, pero sus palabras se escuchan arrastradas esta ebrio.

El se levanta de su asiento y se acerca a mi, comienza a acariciar suavemente mi rostro, se me eriza todo, sus manos se sienten ásperas, siento como su aliento choca contra mi rostro haciendo que mi cabello se mueva, como lo pensé estuvo bebiendo huele a vodka, con el cual tengo muy malos recuerdos.

Siento sus labios sobre los míos, ¡Me esta besando!, me beso, creo que en este preciso momento me va a dar un paro cardiaco, Dios sera que estoy soñando.

 El se aleja de mi.— Salvatore.— murmuro.

Bella mía.— responde sorprendido, seguro pensó que estaba durmiendo profundamente.

Abro mis ojos y hay esta el, con un vaso lleno de whisky, el me mira de una manera extraña, pero pareciera que no quiere que lo vea por completo, además no hay muy buena iluminación así que no lo puedo observar bien. 

Bella mía pensé que estabas dormida.

— No estaba dormida.

Yo creo que esto le cayo como balde de agua fría.

— Venus yo...

— No me digas nada, te escuche, a que le temes tanto Salvatore, tienes miedo a enamorarte de mi porque piensas que esto es un capricho, pues si es la mierda que atormenta tu mente, te digo que estamos iguales.— me a sincero, después de esto voy a querer morir .

— Soy un demonio, mi único objetivo es robar almas para saciar mi venganza.

— Todos tenemos demonios, que en algún momento nos pueden consumir. 

— Tu eres un ángel, yo he manchado mis putas manos de sangre, mientras que tu solo brillas, aunque esos bastardos te quieran apagar.

No sé que responder, esto es algo que no pensé que llegaría a pasar.

— Un demonio de una historia mal contada, porque yo sé que detrás de esa mascara de hombre frio y malo, hay un buen corazón.

— No tengo corazón, en mi pecho lo único que hay es una fría piedra.

Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora