CAPITULO 31.

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Salvatore:

Todo me da vueltas, no sé dónde mierda estoy, lo único que se es que pareciera que me hubieran golpeado porque me duele todo.

— Doc, despertó. — escucho una voz femenina lejana.

A mi mente viene el recuerdo de mi mujer, mierda, ella debe estar preocupada por mi, me intento levantar pero no puedo, así que vuelvo a caer a la cama. — Por favor quedese quieto. — me pide alguien.

Después de ya reaccionar, los médicos me revisaron y me contaron sobre mi estado y que me contaron lo que me había pasado, malditas mierdas polacas me la van a pagar, pero lo único que me interesa ahora es ver a mi mujer y a mi bebé, ya he preguntado sobre Venus y nadie me dice nada, ya me estoy empezando a enojar.

— Como siempre lo tengo que hacer yo todo, par de incompetentes. — me quejo, estoy apunto de quitarme un maldito aparato que está pagado a mi cuando una risa llama mi atención, ya creo saber quién es.

— Enserio, ni estando convaleciente dejas de ser un terco. — miro a Venus, la cual tiene sus manos en la cintura mientras me da una mirada divertida.

— Cuando se trata de ti me vuelvo un demonio. — le respondo, recorro a Venus con la mirada, ya se le está notando un poco mas su embarazo, mierda, me he perdido cosas.

Venus corre hacia mi de forma cuidadosa, me abraza y siento como empieza a llorar, la abrazo por la cintura.

— No llores mujer, aquí estoy todavía preparado para dar guerra. — la intento calmar.

— Te extrañe tanto, me hacía falta escuchar tus palabras sucias, regañarte por tus pensamientos tan maquiavélicos. — me dice, algo en mi corazón se calienta.

— Pero ahora ya estoy de vuelta para estar contigo y con nuestro bebé, no los voy a volver a dejar solos, primero me tendrán que matar algo que no han logrado esas miserables ratas de mierda.

— Si te mueres te saco del infierno para matarte yo misma, por haberme abandonado.

— Quisiera ver eso.

Venus se aparta y me da un golpe en el hombro. — Deja de decir estupideces, con eso no se juega. — dice mientras se limpia las lágrimas.

— Pensé que no volvería a ver esos hermosos ojos, que había llegado mi fin, que la oscuridad me había consumido y los demonios se apoderaron de mi. — le digo.

— Y yo pensé que no volvería a ver el motivo por el cual luche, la única persona que me saco de una vida que no era mía, y la única persona que arriesga al mundo por salvarme a mi.— me responde. — El dia que yo permita que te hagan algo, es porque me morí y ni estando muerto te tocan, porque para todos tu eres inalcanzable, porque en medio de esta mierda tu eres un angel.

Me hago a un lado y le dejo un espacio libre a Venus a mi lado, le señalo para que se acueste aquí conmigo, ella se acuesta a mi lado, me hacia falta oler el aroma de su cabello, sentir su respiración, escuchar su risa, pero lo mas importante disfrutar de su compañía, la cual sana unas malditas heridas que me daron hecho un monstruo, un monstruo que no seré con mi hijo.

— Un ángel que ante ti es un demonio hecho mujer. — me río, escuchar eso de su dulce boca es algo raro.

~🌹~

Los médicos me dieron de alta, bueno no a voluntad de ellos, tuve que ponerles presión para que me dejarán salir de ese maldito lugar, me iba a volver loco allá, no soportaba ver ese lugar.

Estoy sentado en la silla de mi escritorio, de nuevo al mando de mi imperio, mandé a llamar a Dereck y a Erick para que me ridan cuentas de todo lo que han hecho mientras yo estaba ausente, solo espero que no hayan cometido estupideces, porque si no los mando a fusilar. Aún recuerdo al maldito que me inyectó esa mierda, tengo cuentas que saldar.

— Buenas mi general. — la voz de Erick me saca de mis pensamientos. Dereck le da un codazo a Erick, ellos siguen caminando y se sientan en las sillas que están frente a mi escritorio.

— No tengo cortesías hoy asi que vamos directo al puto grano, que mierda hicieron mientras yo no estaba. — les pregunto de una.

— Bueno, han pasado cosas que ni te imaginas, desde que tú querida cuñada me quizo matar hasta que Venus va a ir con nosotros a una misión contra los polacos. — habla Erick, Dereck palidece.

Escuché mal o dijieron que mi mujer va a participar en misión contra esas mierdas. Los voy a matar. Le doy un golpe al escritorio, les voy a cortar la polla y se las haré tragar por cabrones hijos de puta.

— Porque coño mi mujer está participando en los planes de ustedes dos sabandijas de mierda.— les reclamo enojado.

— Ella insistió, yo le dije que no, pero tú suegra nos regaño, además Kate me mandó a dormir a la sala. — se excusa Dereck.

— Pues ahora yo te voy a mandar a dormir a otro lugar, imbécil, está embarazada hijo de puta, cabron.

— Ey cálmate, no todo es malo, desde que ella tomo el poder los ingresos en las peleas clandestinas aumentaron.

— ¿Por qué diablos?.

— Las mujeres empezaron a pelear y aunque suene como un puto loco, pelean mejor que nosotros los hombres, son unas fueras, hasta tengo ganas de una de ellas.

Con que eso a hecho de malo mi pequeña mujer, bueno tendré que darle un castigo a ella también, por haber puesto a mujeres a pelear y también por haberse involucrado con esos patanes.

— Ustedes dos par de imbeciles retrasados. — los señaló. — No los voy a matar solo por una cosa, porque se que si lo hago mi mujer se enojara y no me gusta verla enojada, si no ya estuvieran muertos sabandijas, solo espero que saquen a Venus de está misión rápido, porque si no yo mismo los mando a las fosas más horribles. — les advierto, ellos saben que lo que yo digo lo cumplo.

— Tus deseos son órdenes, y me alegra volver a tener al gruñón más insoportable del mundo con nosotros. — me dice Erick.

— Idiotas.




Capitulos finales chicxs, disculpen tanta demora es que ando ahogada de exámenes, pero prometo actualizar, quiero pedirles apoyo para mí otra historia.

🫶🏻🫶🏻✌🏻

Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora