Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).

CAPÍTULO 8.

Días antes.

Venus:

Yo sigo plantada aquí en el mismo lugar donde ese hombre me dejó, no se que está pasando está noche todo es tan raro y confuso, primero mi amiga se desaparece luego resultó bailando con un tipo que quería algo más, para después aparecer el, Salvatore.

Creo que mi cara tiene millones de colores pero es que como no voy a estar así después de las palabras de ese hombre. Y no se si ir a reclamarle y darle una bofetada o seguir su juego. Como puedes cambiar tan rápido hace 2 días estaba tirada en mi habitación llorando y ahora estoy provocando al enemigo de mi padre.

Me decido por ir a ver si el ya se fue, así que salgo rápidamente de la sala VIP, bueno no tan rápido ya que llevo tacones que me impiden correr más rápido, no miro a las personas y no me importa chocar con ellos, solo quiero alcanzar a ese demente. Llegó a la salida y veo como todo está solo, bueno solo hay dos guardias en la puerta, salgo a la calle y miro al cielo que muestra que va a llover muy pronto, un relámpago ilumina el cielo, yo comienzo a mirar a todos lados buscando mi objetivo al cual quiero golpear, pero no veo nada hasta que veo a un gran hombre de traje negro junto a la entrada de un callejón, me acerco sigilosamente no quiero que me note por si no es la persona que estoy buscando, me voy acercando más, pero me detengo cuando escucho la voz de un hombre.

— Erick, es todo tuyo este bastardo. — esa voz yo la reconozco es Salvatore.

Me sigo acercando hasta quedar frente al callejón, no hay muy buena luz pero por lo que veo hay varios hombres, escucho el quejido de alguien que parece ser un hombre, una pequeña luz se ilumina dejandome ver a Salvatore decapitando a un hombre. Siento como mi estómago se revuelve y las ganas de vomitar se intensifican, siento como todo mi cuerpo comienza a dar vueltas.

— Quien demonios está hay. — pregunta Salvatore con un tono de voz que no me gusta nada.

— Yooo..perdón..

Siento como el mundo se me viene encima y como mi cuerpo pesa, hasta que caigo al suelo o eso creo no se, escucho unas voces Pero no las distingo asi que cierro los ojos, si muero por lo menos podré descansar de mi dolor.

       ****

Siento como alguien acaricia mi rostro suavemente, disfruto de ese toque, es que enserio me tocan como si temieran romperme, sabiendo que ya estoy rota, muevo mi cuerpo sintiendo la superficie blanda en la que estoy, no sé dónde podré estar lo último que recuerdo es haberme desmayado cuando ví a Salvatore decapitando a ese hombre, de tan solo recordarlo hace que se me revuelva el estómago de nuevo. Abro mis ojos, la luz del sol me incomoda, ya es de día, se ve que dormí mucho tiempo, me siento en la cama a observar donde estoy, pero no reconozco el lugar, las paredes son de color negro, bueno todo es negro aquí, miro mi cuerpo notando que tengo mi pijama puesta, no puede ser si no estoy en el hotel donde estoy.

— Hasta que despiertas bella. — la voz de Salvatore me hace buscarlo con la mirada encontrándome con el saliendo del baño.

Su cabello negro cae sobre su frente, pero algo me gusta de el sus ojos negros, puedo mirar su torso desnudo cubierto de tatuajes que se ven tenebrosos, sobre todo una serpiente que tiene en medio de su pecho.

— Sabes te puedo denunciar por acoso. — dice en tono burlón y desafiante.

— Si hablamos de denuncias, debería ser yo la que te denuncie, porque estoy en un lugar que no es mi cuarto de hotel y no se que me pudiste haber hecho a noche. — digo un poco molesta, su bendita forma de hablarme y mirarme me enoja pero al mismo tiempo me gusta.