CAPITULO 17.

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Salvatore:

Hace una semana mi mujer, se fue y sin decir más, solo me dejó una nota en un libro que dejó encima de su almohada junto a una rosa. El hijo de puta que estaba vigilando la puerta la vio y estuvo hablando con ella, la dejo salir, era un maldito un imbécil, el sabía quien era ella, por eso lo mate, por idiota y inepto.

La han buscado por todos lados, su amiga Katerine no me quiso dar razón de ella, que agradezca que es la mejor amiga de Venus si no ya la hubiera matado. Está semana ha sido de mierda.

— Salvatore te tengo noticias. — dice Erick, mientras entra a mi despacho.

— Louis, el jefe de la mafia noruega me acaba de avisar, que Dominick acaba de pedir uno de los mejores guardias que Louis tenga para vigilar a su hija. — explica, mientras mira algo en su tableta.

— ¿Y?.

—Cómo que ¿Y?, pues eso significa que Venus está con su padre y que el idiota busca un guardia y adivina que.

— ¿Qué?. — contesto de mala manera, este jueguito de Erick ya no me está gustando.

— Tu serás el guardia, logré conseguirte una identidad falsa, Louis te enviara como su hombre, agradece que las fotos tuyas que hay por ahí regadas son de hace años y también agradece que piensan que estás muertos.

— Hasta que por fin utilizas tus putas neuronas.

— Voy a ignorar ese comentario. Te vas a llamar Luca y eres muy callado, no hablas a menos que se necesite y sobre todo no eres un calenturiento. Te lo advierto si vais a coger con Venus no dejen que los pillen.

Le muestro mi dedo del miedo, maldito idiota, cada día parece más una urraca.

Yo me controle he intente guardar mis demonios, pero ahora voy a dejar que ellos tomen el control, el ministro quiere guerra pues la guerra va a tener.

— Mañana mismo me voy para Polonia, manda una docena de mis hombres rusos, que estén preparados por si los necesito.

— Anotado ¿Algo más?.

— Que te calles y te largues.

— Hay que mal genio.

— Idiota.

Erick sale del despacho, seguramente no quiere recibir un disparo, desde que Venus se fue se siente la puta tensión el aire. Cuando mi padre adoptivo murió me descontrole, me volví un maldito demente y eso va a ocurrir otra vez, me quitaron algo que es mío y lo tengo que recuperar, desde ahora Venus no volverá a ver mi delicadeza, porque la voy a castigar muy duro por irse. Y respecto a su padre le voy a tener una sorpresa preparada. El mundo va a arder bajo mis pies, ella no está para controlarme, así que voy a destruir todo lo que se interponga en mi camino.

Saco mi pistola del cajón de mi escritorio, tengo suficientes balas para lo que tengo planeado, me voy a robar a Venus el día de su boda como lo tenia planeado. Saco la caja de cigarrillos y prendo uno, necesito liberar presión, aunque sea fumando, me siento de nuevo en la silla y suelto el humo del cigarro que había en mi boca, no soy capaz de olvidar la noche que tuve con Venus, la ultima noche que ella durmió en mis brazos. Recordar como movía sus caderas con cada embestida de mi parte, como gemía y gritaba mi nombre, como encajábamos perfectamente, como su piel ardía, bajo cada toque de mi parte, como sus mejillas se sonrojaban cuando el orgasmo la golpeaba, maldición, con tan solo recordar su dulce boquita me pongo duro, esa noche me contuve, para no hacerle daño, pero a la próxima la dejare sin voz y no podrá sentarse en una semana.  

— Todo esta listo, te puedes ir a Polonia cuando se te la gran puta gana.— dice Erick, sacándome de mis pensamientos, no me había dado cuenta de que estaba aquí, hay momentos en los que parece un puto fantasma. 

Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora