CAPITULO 20.

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Venus:

Estoy acostada en mi cama leyendo un libro, hoy casi me desmayo cuando ví a Jhon hablándole a Salvatore, no sabía que hacer estaba sorprendida de que Jhon hubiera regresado tan pronto, pero también estaba muerta del miedo cuando noté como estaba Salvatore, tenía los puños apretados y la mandíbula apretada, supe en ese instante lo que iba a pasar, así que tuve que actuar aunque eso no le hizo mucha gracia a Salvatore ya que parecía enojado o mejor dicho celoso.

El libro que estoy leyendo es algo subido de tono, ya que habla de escenas llenas de sexo duro, estoy segura que mis mejillas están sonrojadas, es la primera vez que leo un libro así, quise explorar nuevos mundos literarios. Siento que alguien me observa, así que aparto mi vista del libro, encontrándome con Salvatore apoyado en la pared mirándome fijamente ya no tiene el traje negro, ahora tiene unos pantalones negros y una camisa de manga corta, que deja a la vista sus tatuajes, a veces me preguntó ¿Este hombre podria ser mas guapo de lo que ya es?.

— ¿Cómo entraste?. — pregunto, mientras aparto el libro y lo pongo a un lado, en la cama.

El no me responde solo se cruza de brazos y me sigue mirando. Perfecto ahora ya no habla.

— Con que estos son los tipos de libros que lee la chica buena.— dice con burla, mientras me mira con los brazos cruzados.

— Hablo el santo.

— Pues este santo, te hace gritar su nombre todas las noches o ¿Quieres que te recuerde que eres mi mujer?.— responde.

— ¿Todas las noches?.

— Si, todas las noches de ahora en adelante.

Me río, este hombre es un pervertido.

El se acerca a mi con pasos largos, se sienta en la cama junto a mi, por un impulso dentro de mi, me levanto de la cama y me siento en su regazo, abrazándolo, su perfume huele delicioso, el me sujeto de la cintura.

— No me gustó para nada como ese imbécil de Jhon te agarraba de la cintura. — me confiesa.

— A mi tampoco me gustó, pero tenía que aguantarlo, no quería que lo matarás.

— Si me lo hubieras permitido ese cabron ya estaría muerto y tú y yo estuviéramos en Rusia.

— Estás demente.

Salvatore acaricia mi vientre. Siento como unas ganas de llorar se apoderan de mi, esto me hace sentir melancolía, de imaginar como mi madre me esperaba con felicidad y tal vez mi padre también, unas lágrimas traicionera caen por mis ojos, Salvatore me mira confundido.

— ¿Qué pasa?. — me pregunta, mientras con sus manos quita suavemente las lágrimas de mis mejillas.

— Me acordé de mi madre.

Salvatore se pone serio, ahora soy yo la que está confundida.

— ¿Por qué te pusiste serio?. — pregunto.

— Me enteré de algo sobre tu madre.

— ¿Sobre mi madre?.

— Ella está viva, tu padre la tiene encerrada en un manicomio aquí en Polonia, el va a visitarla.— me confiesa.

De inmediato me levanto del regazo de Salvatore, ¿Mi madre viva?, ¿Ella está en un manicomio?, no es posible, yo vi como moría en mis brazos, vi su última mirada hacia mi.

— Venus, cálmate.

Las lágrimas me embargan, me empapan. Mi mundo se derrumba, lloro, como nunca he llorado, me doy la vuelta y siento como Salvatore me abraza por la cintura sosteniendo me mientras lloro.

Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora