CAPITULO 12.

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tiempo actual..

Salvatore:

Mierda, todo me da vueltas, pareciera que hubiera dormido una eternidad.

Lo único que salió de mi boca fue el nombre de Venus, mierda hasta en estos casos de mi mente no sale esa mujer, todo es tan confuso, recuerdos de lo que ha pasado últimamente pasan por mi mente como una película, los ojos de Venus me atormentan, ella besandose conmigo y después ella aquí en mi casa, esto es real, no se que mierda me pasa, pero un fuerte dolor pasa por mi cabeza.

— Estoy aquí. — escucho que Venus me responde, su voz se escucha lejana.

— ¿Cómo te sientes?. — pregunta Raquel.

— Tengo un maldito dolor de cabeza y todo me da vueltas, siento que mi cabeza va a explotar en cualquier momento.

No escucho nada, creo que se han quedado callados o no se, mierda, me siento como cuando desperté después del atentado, otra vez esos jodidos dolores de cabeza, mareos y a veces alucinaciones, que habían cesado hace unas semanas, mi maldita vida últimamente ha sido una mierda de confusión.

— Salvatore, voy a llamar al médico para que te revise.

Ni siquiera respondo.

— Maldita sea. — suelto una maldición, llevo mis manos a mi cabeza.

Siento como unas pequeñas y suaves manos me tocan los hombros.

— Todo va estar bien, tranquilo. — esas palabras me hacen recordar a mi madre, cuando habían tormentas ella me calmaba con esas palabras, definitivamente Venus es la perfección, pero aún todo es confuso, como fue que logré tenerla aquí, lo único que recuerdo que iba hacer para tenerla aqui era que me la robaría el día de su boda, con el toca pelotas de Jhon, pero creo que todo se adelantó.

Después de un rato de estar sufriendo como una mierda llegó el médico, me reviso y no se que mierda dijo y tampoco me interesa saber, lo único que me interesaba era mirar a Venus, esa bendita cara tan angelical, es que para ella no tengo ninguna puta maldición, hasta mi maldito lenguaje vulgar se va al diablo ante ella, aunque bueno tendría una excepción cuando esté follando con ella, es enserio, no puedo dejar de pensar con la polla por un momento ya parezco Erick, me preguntó que ha hecho ese maniático durante este tiempo que he estado dormido, Derek debe de estar encargándose de mis asuntos, cada minuto pienso que esta historia está más enredada. Raquel me está mirando fijamente en su mirada hay temor y preocupación. Venus se fue a darse una ducha rápida y cambiarse de ropa.

— ¿Qué pasa Raquel?, parece que me quieres decir algo. — digo rompiendo el silencio que hay en la habitación.

— Es algo muy difícil de contar para que entiendas bien, y yo no soy la mas indicada para decirlo así que Derek será quien te cuente, pero eso será cuando se encargue de unos asuntos de la mafia rusa.

Mierda, no me acordaba de la mafia rusa, no estoy solo encargado de la italiana si no también de la rusa y se me a olvidado completo manejarla, los rusos son un poco más complicados ya que son personas con carácter muy fuerte, nos más que el mío, pero serían capaz de acabar con cualquier cosa, si no fuera porque puedo hecharme encima a medio gobierno, ya hubiera mandado a mis hombres rusos a matar a esas mierdas polacas.

— Espero que Derek responda mis preguntas, si no el infierno en esta casa va a arder, entendido.

— Si.

No quiero ser duro con Raquel, pero hay momentos donde tengo que ser así, para poder que todos me tomen enserio, aunque Raquel tiene más derechos sobre mi que Derek y Erick, claro está que no supera los derechos de Venus, ella no lo sabe pero si ella me lo pide sería capaz de mandar a destruir medio mundo por ella. Eso es algo que quiero dejarle claro a Venus, si ella pide algo los empleados y mis hombres deben conseguirla no me importa como, todos están a sus pies, ella es la Reyna, de este imperio, lo es desde que la vi, cuando ella tenía 18 años, esa carita inocente, como ha sido siempre, en esos ojos ocultaba algo tristeza, una tristeza que me quemaba el alma, desde hay entendí que si quería algun dia tenerla, tenía que madurar y convertirme en un hombre.

Investigue sobre la madre de Venus, pero no había nada sobre ella era como si hubiera desaparecido de la tierra, algo raro y de hecho estaba mandando a investigar eso. Y ya que recuerdo creo que el maldito de hombre que dice ser mi padre esta merodeando por aquí, creo que Derek me lo dijo, pero si es así, no voy a desperdiciar la oportunidad de matarlo, aunque cometa un maldito pecado, soy católico y asesino personas, que ironía, pero no me arrepiento de nada, me he encargado de matar a todos los que tienen un pecado encima, pero eso no quiere decir que yo sea un santo, porque eso es algo que jamas estará en mis planes, yo soy el demonio hecho hombre, el infierno habita en mi para siempre, esta escrito.

Me intento mover un poco, pero un dolor en mi costado me hace soltar una maldición, una no, si no muchas.

— Hijo de puta.

Apretó mis puños, para aguantar el dolor, es como si me hubieran clavado una estaca y siguiera ahí en el mismo lugar causandome dolor, cuando sepa porque estoy así van a tener que soportar mi mal genio por un mes, bueno menos mi bella Venus, ella verá a este lobo disfrazado de oveja ante ella, pero sin saber que yo seré el demonio que la corromperá, he estado pensando y es mejor que valla enserio con ella y que sea Venus la que decida si quiere estar conmigo o casarse, aunque si se quiere casar tendré que usar mis métodos y usar mis instintos de cabrón con ella, eso incluye llevármela a la fuerza y pegarle un tiro al puto de su padre por haberla arriesgado con ese maldito, eso sería todo.

Bueno puede que me este tomando atribuciones que ta vez ella no quiere que haga, pero ella es mía, no me importa saber que estoy cometiendo un pecado, pero por ella cualquier cosa.

Veo como se abre la puerta de mi habitación, por ella entra Venus, se puso un vestido azul corto, mierda, porque esta mujer no colabora, en este momento no puedo pensar en sexo, pero es quien no se llenaría de pensamientos pecaminosos viéndola a ella así vestida, aunque no puedo negar que se ve muy inocente, me pregunto ¿De que color serán sus bragas?. Sonrió ante ese pensamiento.

— Raquel, te puedes ir a descansar, yo me quedo aquí con Salvatore. — la dulce voz de la mía bellezza  es melodía para mis oídos.

— Tienes razón niña, si ocurre cualquier cosa me llamas. — dice Raquel antes de salir.

Otra vez Venus y yo solos, como quisiera tenerla aquí en mi cama. — Porque no te sientas, no creo que crezcas mas. — digo en tono de burla.

Venus me mira mal, pero de todos modos toma asiento en un sillón, creo que hay fue donde paso la noche.

—Ni estando convaleciente dejas de ser un idiota, no creas que se me a olvidado de que tenemos que hablar.

— No se me a olvidado, pero lo mas importante es preguntar algo.

— ¿Que?.

— Me debo preocupar, digo no quiero sufrir ante ti.— me estoy aguantando las ganas de reírme, creo que esta mujer, es la única persona en el mundo que saca mi lado divertido.

— Si sigues dicen tonterías, si vas a sufrir.



(Deja este capitulo y se va).

Buenas, dejo este capitulo por aquí, bay.

Pecado mortal #1 (Sags: Secretos Oscuros).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora