acompañante terapéutico ; hearstopper

O4

El humor de Nick dió un giro drástico al ingresar a la cafetería, olfateando aquel aroma a granos de café.

Tomaron asiento en los sofás cómodos del fondo. Pidieron su comida; un licuado de fresas junto el pastel de vainilla favorito de Nick y para Charlie un café negro con un cupcake de chocolate.

—¿Y? Cuéntame, ¿Qué solían hacer con Imogen?—bebió de su taza.

—hmm...—miraba el techo, pensativo —ella me acompañaba a todos lados—se encogió de hombros y dió un bocado a su comida—soliamos cocinar cuando me agarraban ataques o me sentía triste—habló con la boca llena—también poníamos música y bailamos. No sé, era divertido. Ella era divertida—decia con nostalgia —es que solo se fue hace una hora y siento que la perdí hace meses—suspiró.

—tranquilo, no diré que te comprendo porque seria mentirte pero las cosas mejorarán—lo miraba comer otro bocado —estoy para tí ahora y puedes confiar completamente en mí.

—es lindo.

—¿Qué cosa?

—que no mientas. Igual que ella—rió.

—me alegro que te parezca lindo, supongo —mostró una sonrisa—¿Qué tal tus notas en el colegio?—tomó de su café.

—pues muy bien la verdad. Solo me cuesta literatura, no entiendo nada—los dos rieron.

—¿Y no estás en ningún club? Yo iba al de música.

—si, voy a rugby —comió otro bocado —¿Qué instrumento tocabas?—Charlie rió—¿Qué?

—es que hablas con la boca llena, niño.

—no soy un niño—frunció el ceño.

—como sea—escondió su sonrisa divertida bebiendo el café—tocaba la batería.

—¿Y tienes memoria de como tocarla?

El rizado negó con la cabeza y bostezó —mira, ya es hora de que me despida.

—¿Tan rápido?

—asi es—se levantó —yo pago.

—no hace falta...

Antes que lo detuviera, Charlie ya estaba pagando.

—gracias...por animarme un poco — comentó mientras salían de la cafetería. Un sonrojo se presentó en su rostro—nos veremos el lunes.

—Nick.

—¿Sí?—antes de tomar camino a casa.

—mañana es domingo y estoy libre. ¿Tú?

—iba a ir a una fiesta ¿Por qué?

—nada, déjalo ahí—sonrió amable—disfruta tu día mañana.

—pero...

—cuidate Nick —besó su cabeza como despido, para luego irse a su casa dejando a un rubio extrañado.