acompañante terapéutico ; hearstopper

31

—escucha Charlie, estoy en mi cuarto —hablaba por celular —necesito que entres por la ventana.

—bien, solo espérame unos segundos.

No falto mucho que Charlie ya estaba donde Nick.

—¿Qué sucedió? Estaba esperando y me mordía todas las uñas de la ansiedad.
Los ojitos del menor asomaban lágrimas.
—¿Qué paso chiquito?—lo abrazó.

—me van a mandar a un internado —dejó caer las lágrimas, mojando la ropa del mayor.

—¿Qué? ¿Cómo?—lo tomó de los hombros y lo hizo fijar sus miradas—dime que no es mi culpa...—no respondió—es mi culpa.

—no no, no pienses eso.

—Nick, si no fuera por lo que hicimos todo estaría bien.

—es mi culpa por el viaje. Si no lo hubieramos hecho, nada de esto hubiera ocurrido.

—escuchame—le tomó el mentón y subió su mirada—vamos a estar bien.

—¡Claro que no!

Nick comenzaba a tener un ataque. Se tiraba del cabello, le faltaba el aire, se rasguñaba y quería gritar.

—Nick, por favor, mírame —lo sustuvo de los hombros.

—Nicholas, ¿Por qué se escucha escándalo?

—mierda—dijo Charlie.

Elle y Tao entraron al cuarto. La puerta del cuarto no tenía seguro a causa de los ataques del chico.

—¡¿Qué carajos haces aquí Charlie?!

Este les lanzó una mirada amenazadora mientras envolvía a Nick entre sus brazos, quien se sentía protegido entre el aroma dulce a vainilla que tanto lo gustaba.

—dame a mi sobrino— Elle le quitó a Nick del agarre.

—¡Déjame en paz!—lloraba.

—estamos por hacer las cosas bien.

—¡¿Las cosas bien?!—empujó con todas sus fuerzas a su tía soltandose del agarre—¿Desde cuándo les importa mi bienestar y hacer las cosas "bien"? ¡¿Eh?!  Nunca me demostraron amor. Y si lo hacen es solo una máscara ante todos para decir "hey, somos unos buenos tíos ". ¿Saben las veces que he tenido ataques y ni uno de ustedes dos lo supieron? Y que nunca me llamaron por teléfono o un simple mensajito para decir "¿Todo en orden?" Cuando ustedes viajan y yo estoy aquí sol en esta gran casa con un perro que cuidar. Imogen fue mi sostén cuando mamá murió y ustedes—los señaló —a duras penas me llevaron al psicólogo...

—pero Nick...

—¡Pero Nick nada!—gritó asustando hasta al propio Charlie — nunca van a notar lo bien que me hace Charlie y me importa nada la edad que tiene. Yo lo amo.

—estas alucinando. No es sana tu relación con él.

—¡Pero por favor!

—¡No nos levantes la voz muchacho!—habló Tao.

—no vas a hacernos cambiar de parecer y ¡Menos si nos gritas!—enojada—empaca tus cosas o lo haremos nostros. Charlie, tendremos una charla.