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Charlie y Nick de alguna forma quedaron dormidos abrazados de la forma más incómoda en la bañera mientras se daban mimos y besos.
El rubio fue el primero en despertar. Se levantó sin querer molestar a su acompañante pero fracasó.

—Niiiick, no te vayas aún —le hizo un puchero en medio de una sonrisa lo que causó ternura verlo, ahí tirado en medio de la bañera.

—me duele todo el cuerpo de estar ahí —rió y se estiró —vamos, levántate —le ofreció su mano para salir de allí. Charlie cedió y salió de donde estaba. Abrazó al menor y le besó la cabeza—necesito hacer algo.

—¿Qué?

—bueno, ayer llamé a mi amiga y creo que no me porté bien con ella—se acomodaba el cabello viéndose al espejo—creo que debo disculparme.

—esta bien pero antes...

—¿Sí?—lo miró sonriente.

Charlie le dió un dulce beso en los labios—ahora sí, haz lo que ibas a hacer— dijo y salió del baño.

Nick mantenía aquella sonrisa tonta. Mierda que le gustaba aquel hombre.

Tomó su celular que estaba en el tocador. Marcó el número de Tara y espero un rato en ser atendido.

—¿Necesitas algo Nick?—de mala gana.

—primero que nada, hola buenos días. Tara, se que no dije lo mejor ayer en la noche. Estaba en una crisis y no pensaba bien. Me gusta Nick y creo que tienes razón, si lo amo haría todo por él y...

—tranquilo, entiendo. Lamento si fui una maleducada, no pensé en tu crisis, no fui la mejor amiga.

—eres una de las mejores amigas que me pudo tocar. Tu y Darcy son las mejores. ¿Sale cena hoy?

—¡Claro, pero nos cuentas todos los detallles!

Nick rió —obvio. Encargate de invitar a Darcy. En mi casa, hoy en la noche. Nos vemos.

—adióss.

La llamada finalizó.
Salió camino a la habitación con más ánimo. Vió a Charlie tirado en su cama mirando su celular, el cual dejó de lado al ver de nuevo al rubio con una sonrisa.

Nick lo que hizo fue lanzarse a él. No podían borrar la sonrisa de sus caras.

—eres hermoso—susurró. corrió los cabellos del menor que tapaban su rostro y dejó muchos besos en toda la cara.

—ya— tomó sus mejillas y plantó un beso en los labios—eres perfecto.

—no, tú lo eres.

Las manos de Nick se posaron en el pecho de Charlie. Sus piernas rodeaban la cintura del mayor.

—Nick—hundió su rostro en el cuello del menor y siguió besándolo allí. Sin querer, al menor se le escapó un gemido.

acompañante terapéutico ; hearstopper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora