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—Hola Nick.

—Hola Charl.

—¿Llegué tarde? Lo lamento. Me quedé dormido.

—que mal acompañante —rió pero desapareció su sonrisa al ver preocupado al mayor—era mentira, Charl. No sucede nada, quédate tranquilo— apoyó su mano en su hombro.

—¿No estás cansado?—ignoró por completo lo anterior—tienes unas ojeras.

—si, después te cuento ¿Te llevo con el director? Ya sabes, para firmar papeles y quizá conocer el instituto.

—si, gracias—sonrieron los dos.

[...]

—bien,  espero que el recorrido de la escuela haya sido de su agrado — Isaac Henderson, el director del establecimiento, dió por finalizado la presentación hacía Charlie.

—¡Si! Muchas gra-

Fue interrumpido cuando una puerta de un aula se abrió de un golpe. Era Nick, quién cruzaba al sanitario con apuro.

—creo que ese era Nick...

—si, gracias por el recorrido. Debo ir a ver como está—dijo apurado pero sin ser descortés.

—claro, avísame apenas lo solucionen para saber si está todo bien—se despidió y entro a la oficina de dirección.

Charlie casi corriendo entro al baño de hombres y escuchaba arcadas en uno de los cubículos. Lo vió, ahí tirado en el suelo, despidiendo quién sabe qué en el retrete.

—¿Nick? ¿Qué paso? No voy a preguntar si está todo bien porque se nota...—dijo con un poco de gracia y se acercó al chico.
Este ya dejó de vomitar y miró a Charlie.—dios mío, estás pálido ¿Comiste algo?

—un sandwich de atún...— respondió cerrando los ojos—estaba rico.

El rizado rió y se sentó a un lado de Nick.

—¿Qué hiciste este fin de semana?—el chico permanecía en silencio pero se le notó una sonrisa atrevida —Nick...

—el domingo...el domingo salí de fiesta.

—ajá, y ¿Qué sucedió?

—bueno, no me retes.

—no lo haré.

Nick abrió los ojos y lo miró—tomé alcohol y...mucho. Creo que mezclé y eso me mató el hígado.

—bueno, por lo menos no te drogaste—dijo tranquilo —pero debes aprender a beber.

—si... gracias.

—¿Por qué?

—Imogen ya me estaría regañando—rieron.

—esta bien pequeño.

—no me digas así —rió mientras Charlie lo observaba.

De pronto la puerta se abrió. Era Harry Greene. Los dos chicos lo miraron desde el suelo donde estaban sentados.

—¿Nick? ¿Qué haces con... él? ¿Quién es?

—Harry, él es Charlie, mi nuevo acompañante —le dijo en seco.

—Nick, voy a hacer algo. Te dejo—se levantó —te espero afuera.

acompañante terapéutico ; hearstopper Donde viven las historias. Descúbrelo ahora