acompañante terapéutico ; hearstopper

22

La alarma sonó y sonó. Nick se despertaba cuando sonaba pero lo ignoraba por completo y seguía durmiendo entre los brazos de Charlie, quién por suerte ni se moqueaba por el sonido molesto y solo seguía en el quinto sueño.
Todo estaba tranquilo hasta que el tono cambió. Era una llamada entrante para el rubio.

—¿Hola?—dijo entre un bostezo.

—¡Nick! ¡¿Dónde estás?! ¡Es nuestra presentación de historia en 10 minutos!—gritó desesperada Tara sin saludar siquiera.

—mierda—se levantó de la cama tomando asiento. Charlie despertó ante el movimiento brusco—voy, te juro que llego enseguida.

—no nos falles—y cortó.

—¿Qué sucede? ¿Qué tanta desesperación?—preguntó Charlie confundido mientras veía a Nick atandose los cordones de las zapatillas.

—hoy tengo una presentación en la escuela—respondió, sin detenerse. Tomó su campera—mierda.

—¿Qué pasó?—se levantó de la cama también.

—tengo que correr. Mierda,'mierda, mierda—se agarraba de los pelos—no tengo mi mochila, está en casa y no puedo ir sin bañarme ni cepillarme los dientes, agh.

—oye, hagamos esto—le tomó la mano y lo obligó a mirarlo—tu vas a la escuela. Yo voy por tu mochila lo más rápido que puedo. También tomaré una tanda de ropa y tu cepillo de dientes—le dedicó una pequeña sonrisa.

—¿En serio harías eso por mí?

—no me cuesta nada—se encogió de hombros.

Nick no hizo más que abrazarlo y agradecerle.
Le entregó la llave de su casa y salió corriendo al establecimiento. No tomaría el bus porque se demoraría más esperándolo.

Su celular sonaba y sonaba. No quería ni revisar porque vería la hora y también porque sabia que las llamadas eran sus amigas reclamando su asistencia.
Apenas llegó corrió al aula.

—Nicholas Nelson, tarde—anunció el profesor al verlo entrar con Tara y Darcy paradas a un lado con una cara de desagrado tremendo.

—lo lamento, el tráfico —mintió—¿Podré hacer mi parte?

[...]

—¿Entonces?—preguntó Charlie mientras entraban al baño —¿Pasaste? ¿Cómo te fue?

—pues...—se encerró en el cubículo—Tara y Darcy estaban un poco enojadas pero pude dar mi parte. Un seis, por impuntualidad—contaba desvistiendose.

—bueno, aprobaste. Eso es bueno.

Nick salió y se miró al espejo—dios santo, tienes un horrible sentido de la moda—rió.

—hey, no es mi culpa que tengas ropa fea—le entregó el cepillo de dientes y la pasta dental.

—recién es lunes—decia mientras limpiaba su dentadura —y ya quiero que termine la semana.

—tranquilo, se pasara rápido —se apoyaba sobre la pared y miraba al menor.

—no lo creo—escupió la espuma—tengo muchos exámenes—continuó con la limpieza mirándose al espejo.

—te puedo ayudar, chiquito—se acercó a Nick. Lo abrazó por su espalda y apoyó su cabeza en el hombro, oliendo el perfume que este llevaba.

Nick rió y escupió finalizando su cepillada. Limpió el cepillo y habló —solo me distraeras.

—juro no hacerlo. Solo estudiar.

—ni tu te lo crees—tomó su mochila y guardó sus cosas.

—ya veremos —susurró y lo besó en los labios. Nick solo sonrió.