Con Gabriel y Angélica las cosas iban de mal en peor. Había dos bandos: El de Angélica en el cual estaba Zoraida y el de Gabriel en el cual estaba yo. Zora y yo no nos metíamos para nada en la relación de nuestros amigos, pero cada uno de ellos, tenía una versión distinta de como sucedían sus discusiones.
Después de mi cumpleaños la fecha más importante que estaba en el calendario era el cumpleaños de Zoraida. Desde el mes de octubre comencé a ahorrar dinero para un buen regalo. En verdad me sentía tan inspirado para darle un excelente regalo, además quería hacer algo como lo que ella hizo para mí.
A partir de la última semana de noviembre comencé a invertir mi tiempo en los detalles para su cumpleaños. Compre un paquete de notas plegables el cual contenía 100 de ellas en total. Tuve mucho trabajo para llenar todas las notas con mensajes románticos y lindos.
En ese tiempo me di cuenta de algo que circulaba por internet y creía que era un rumor. Cuando estaba soltero ninguna chica desconocida entablaba una conversación conmigo en las redes sociales, pero cuando comencé una relación con Zoraida, muchas chicas comenzaron a hablarme. Aunque parecía que no querían algo conmigo, solo era simple amistad.
De esas chicas con las que empecé una amistad, se encontraba una a la cual conocí en persona desde mi primer semestre en la preparatoria. Dalia fue la mejor amiga de Rosalinda. A ella la conocí el mismo día que empezó mi relación con Rosalinda. Después de darle un si por respuesta a mi ex novia, ella me llevó con su mejor amiga para presentarnos. Dalia se encontraba en su salón cuando Rosalinda y yo llegamos tomados de la mano. Dalia se sorprendió y le preguntó a su mejor amiga por lo que había sucedido. Mi novia en ese entonces se alejó con su amiga a unos metros de distancia de mí y luego de eso pasó a presentarnos formalmente, pero ella arruinó la presentación al haber recordado mi nombre. Dalia en forma sarcástica dijo que era estúpido empezar una relación con una persona sin que sepas su nombre. Y ella tuvo razón.
Para mí, Dalia era una chica muy extraña porque no mostraba sus sentimientos. Incluso algunas veces parecía que odiaba su vida. A pesar de que Rosalinda y yo dejamos de ser novios, Dalia y yo nos hicimos amigos.
Siendo honesto ella me comenzó a gustar desde el primer día en que la vi. Pasé un año entero deseándola en secreto. Nunca me atreví a decirle lo que sentía ya que era la mejor amiga de mi ex novia y obviamente nunca me hubiera dado una oportunidad.
Nuestra amistad creció más cuando Dalia me agregó en sus contactos de Facebook en abril del 2013, ahí fue cuando comenzamos una buena relación de amigos. Una tarde de diciembre ella me contó que iría a dejar unas cosas al trabajo de su mamá y luego caminaría en el centro para distraerse un poco y me invitó a acompañarla.
Eran alrededor de las 7 de la noche cuando nos reunimos en el zócalo. Estuvimos caminando por el centro de la ciudad y hablamos sobre cosas de nuestra vida. En ningún momento la hable de Zora ya que se me hacía algo incómodo. En una parte de esa tarde-noche la conversación con Dalia se tornó más seria y honesta, tanto que tuve el impulso de idiotez inesperado para contarle la verdad. Le confesé que desde el primer momento en que la vi me comenzó a gustar. También le confesé que después de terminar con su mejor amiga, quise intentar conquistarla. Recuerdo que, en la primavera del 2012, Edgar siempre me acompañaba en los recreos para buscar a Dalia y tan solo yo le decía hola. En verdad que era mi amor platónico. Antes de salir a vacaciones de semana santa, quise decirle que me gustaba, pero al final no me atreví. Luego de confesarle todo, sus palabras me dieron arrepentimiento por no haberle confesado mi secreto en esa época y es que ella me dijo que probablemente si me hubiera dado una oportunidad. A la vez me arrepentí de no haberle dicho eso antes, pero estuvo bien porque si hubiera estado con Dalia, probablemente no hubiera conocido a Zoraida.
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LA SOMBRA QUE PRODUCE NUESTRA LUZ
RomanceSomos seres de luz y como tal también podemos producir una sombra provocada por una obstaculización. Al producir una oscuridad, esta se puede proyectar hacia las personas que nos quieren. Así como damos felicidad, también damos daño a las demás alma...