El Silencio De Zoe [Sin Editar]

☆.CAP: SEIS.

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Ya es jueves y tengo turno con el psiquiatra, cada lunes y jueves a las 3:00p.m mamá me lleva con el Dr Sánchez.

- Zoe baja ya, te espero en el auto, - grita mamá desde la sala. Yo me apresuro un poco a terminar de vestirme, abro mi armario y agarro el un suéter morado, mientras me lo voy poniendo voy bajando las escaleras.

- suéter morado eh , te queda bien, te pega, no estuvo tan mal la compra que hizo Jack, - dice mamá refiriéndose a qué Jack me regaló el suéter y no sabía si me gustaría, pero la verdad es que si me gusta mucho, me gusta más el color azul pero el morado me pega.

- pues obvio que que no hago malas compras. - le dice Jack a mamá, mientras sale de la casa.

Mamá entra en el auto y yo me siento en el asiento de copiloto, Jack nos despide en la puerta agitando sus manos.

- que les vaya bien amores míos, - nos dice Jack.

Mientras mamá conduce yo me pongo mis audífonos y empiezo a escuchar una canción de Sia -The Greatest. Me relajan las canciones en ingles aunque no las entienda del todo, pero igual las escucho.

- Hola Zoe, me dice el Dr Sánchez, - yo asiento y apago mis audífonos.

— Me dijo tu mamá que visitaron la preparatoria y que interactúas con una chica, eso me pone muy feliz. — Me dice el Dr. Sánchez, yo asiento y le doy una semi sonrisa de labios cerrados.

— Zoe, sé que no hablas, pero me he dado cuenta de que no eres tímida, y eso puede ayudarte mucho. — La verdad es que nunca fui tímida, y tenía un buen sentido del humor, siempre estaba sonriendo y haciendo bromas. Pero ya no, ya no soy la misma, y aunque quiera volver, esa chica ya no podía, sé que no podía.

-- Mira, Zoe, ¿qué te parece si sales un poco más antes de regresar a la preparatoria? Sé que aún no le has dicho a tu mamá si vas a regresar o no, pero antes de que tomes una decisión, trata de pensarlo. Sé que no quieres regresar, pero sería muy bueno para ti relacionarte con chicos de tu edad, por eso quiero que antes de que tomes una decisión, salgas más, solo tú, no con tu mamá.

- Sé que dejaste de hablar después de lo que pasó con tu hermana, pero a ella no le gustaría que sufrieras así. Estoy seguro que ella estaría muy triste de verte así - me dice el señor Sánchez mientras mis ojos se empiezan a empañar por las lágrimas. En ese momento, cuando mis lágrimas empiezan a escapar, recuerdo a Zoi.

- De grande quiero ser tan fuerte y genial como tú, Zoe. Seremos las hermanas famosas - me dice Zoi mientras está en mi habitación, yo sentada y ella acostada con su cabeza sobre mis piernas.

- ¿Ah, sí? ¿Y eso por las hermanas famosas, Zoi? ¿Qué está pasando por esa cabecita? - le pregunto yo, algo curiosa.

- Pues claro, hermana, tú serás famosa por ser la mejor pianista del mundo, y yo por ser la mejor estilista. Tendré muchos seguidores en Instagram por los grandes y hermosos diseños de maquillaje que haré. - dice Zoi mientras da un gran suspiro y mira por la ventana.

- Claro que sí, mi linda Zoi, seremos las hermanas famosas, - le digo yo mientras acaricio su oscuro cabello.

Pero en ese instante también recuerdo el día de su muerte.

- Zoe, - me grita mamá mientras se acerca a mí corriendo hacia el evento en la preparatoria. Yo tendría que tocar el piano y ya era mi turno.

- Mamá, ¿qué pasó? ¿Por qué estás así? - me preocupo ya que la veo corriendo, con la cara enrojecida y los ojos muy hinchados.

- Zo- Zoi - veo que está tan mal que no puede casi respirar y se traba al hablar.

- Tranquila, mamá, respira un poco.

- Zoi se suicidó, - suelta mamá repentinamente mientras se pone aún más nerviosa y siguen saliendo sus lágrimas.

- ¿Qué? No, ¿pero cómo? ¿Por qué? - digo yo mientras mis lágrimas comienzan a salir, joder, no me lo podía creer, nunca me imaginé que Zoi podía ser capaz de algo así.

Luego Jack nos llevó a casa, que sería el funeral. Recuerdo su cara ahí dentro de la caja, estaba pálida y con un golpe muy grande en su cabeza. Salí corriendo hacia mi habitación y me encerré en ella. Ni siquiera fui al cementerio cuando la iban a enterrar, no tenía el valor suficiente para ir. Desde entonces, ya dejé de hablar, la depresión me llevó a no decir una palabra.