Capítulo 12: Cacería.

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《Propiedad privada, Zona de la mafia Min, Daegu, Corea del sur》

Taehyung observó con curiosidad el terroso camino que se mostraba por la ventana de la camioneta en la que viajaban, su vista se pasó por la zona desconocida donde estaban, observó los árboles rodear el camino provocando que el perezoso sol matutino apenas se distinguiese  de entre los altos y elegantes árboles de la zona.

El día de ayer luego de pasar la mayor parte de la mañana reparando su auto ambos se habían tomado un descanso, Jungkook aprovechó para salir a distraerse, tenía un par de semanas que no iba al bar, no es que fuese fan de ir a ese lugar, sin embargo, el ruido de la música y las personas hablando a un volumen exageradamente alto hacia que su mente encontrará un silencio interior que disfrutaba. Taehyung se quedó en la casa, aprovechó la oportunidad para ver el lugar por sí mismo, sorprendiendose de la inmensidad de este, también llamó al hospital para saber el estado de su mamá, pensó en que quizá alguno de esos días podría darse una escapada para ir a visitarla.

Por la mañana Jungkook apareció en la habitación de Taehyung, el sol aún no salía, Kim se sintió desorientado, eso hasta que sus ojos pararon sobre el pequeño reloj al lado de su cama que marcaba la hora, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio los números marcados, 4:00 a.m. observó a Jungkook con cierta curiosidad en el rostro, este mantenía un rostro neutral, se limitó a indicarle que se cambiará y se apresurara para salir.

Y ahora aquí estaban, la lujosa camioneta se detuvo en medio de lo que para Taehyung era la nada, regresó su vista al interior y se giró en su asiento para ver a su jefe.

—¿Dónde estamos?—Jungkook no lo miro inmediatamente, primero apagó el auto provocando que este soltara un elegante y suave rugido, soltó la palanca de cambios con cuidado y colocó su mano sobre el volante.

—Estamos en Daegu, todo este bosque es propiedad nuestra.—Min respondió con tranquilidad, Taehyung asintió, su vista se volvió a mover hacia el terreno.—Vamos a cazar.—Jungkook finalmente se giró a verlo, Taehyung asintió, internamente se sintió emocionado por realizar dicha actividad.

Cuando era más joven y estaba en la academia militar, constantemente hacían “excursiones” donde se infiltraban al bosque con apenas las herramientas necesarias para sobrevivir y debían buscar comida y lugares seguros para acampar, dicha actividad lo preparó para todas las siguientes veces que durante una misión tuvo que arreglárselas para sobrevivir por su cuenta.

Jungkook, por otro lado hacía mucho que no cazaba, dicha actividad era algo característico que hacía en su infancia junto a su hermano y su padre, los tres salían muy temprano a adentrarse a los bosques cercanos para pasar el día, algunas veces cazaban y otras simplemente disfrutaban de un paseo por el místico lugar. Cuando su padre murió YoonGi y él continuaron cazando por un tiempo, pero luego las cosas se volvieron más complicadas y fueron dejando de hacerlo.

—¿Es legal hacerlo?—Kim preguntó con cierta inocencia en la voz, aquello hizo que el pelinegro soltara una carcajada divertido.

—Taehyung-ssi, ¿Le preguntas a un mafioso si es legal cazar?—Min lo observó con una sonrisa aún pintando sus labios, el mencionado enrojeció. 

—Perdón, fue una pregunta tonta.—Taehyung desvío la vista avergonzado, Jungkook amplió la sonrisa en sus labios.

—Anda, tenemos camino que recorrer.—Min salió del auto, Taehyung hizo lo mismo.

El mayor se encaminó hasta la cajuela de la camioneta y tras presionar un botón la abrió, Taehyung estuvo a su lado en un par de segundos curioso por la cantidad de herramientas de caza que había ahí, internamente se preguntó a qué hora había cargado todo eso. Jungkook tomó una escopeta, fue cuidadoso cuando la cargo con las municiones necesarias y luego se la tendió a Taehyung, este la tomó con seguridad  asegurándose de ponerle seguro para evitar cometer errores, Min por otro lado armó su propia escopeta y la tomó para después jalar una mochila con algunos suministros para el viaje, cerró la cajuela del auto y los dos se encaminaron hasta el inicio del bosque listos para iniciar su día.

The Min'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora