N/A: Adaptación. Si no has visto la película "Sr. y Sra. Smith", es importante señalar que contiene escenas de violencia y lenguaje soez. Por lo tanto, si estos elementos no son de tu agrado, es recomendable evitarla.
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Lisa llegó a toda velocidad a casa y al acercarse vio que las luces estaban apagadas. Con cautela, condujo hasta la cochera y observó a su alrededor. Cuando la puerta comenzó a bajar, sacó de la guantera su anillo de compromiso, se lo puso en el dedo anular y bajó del auto. Decidió ingresar por la parte trasera, a través del acceso a la cocina. Una vez en el interior, comprobó que todo estaba en orden: la cocina de mármol reluciente, las luces encendidas, pero su esposa no estaba a la vista. Lisa continuó avanzando con sigilo, mirando a su alrededor con detenimiento.
Lisa se quitó el abrigo y lo colocó en una esquina de la cocina, con el rostro serio y en guardia, sin saber qué más la podría sorprender.
-Justo a tiempo.- La sorprendió su amada esposa, sosteniendo un martini en cada mano. Lisa se sobresaltó, pero trató de disimularlo al ver la mirada intimidante de Jennie, que sonreía ampliamente con sus labios carnosos, se encontraba al otro lado de la barra con un lindo delantal.
-Como siempre.- Respondió finalmente Lisa, esbozando una sonrisa tranquila. Se acercó a Jennie rodeando la barra de la cocina, mientras ésta la miraba detenidamente, Suspirando.
-Qué agradable sorpresa.- Comentó Jennie suavemente, tensando un poco su cuello al percibir el aliento de su esposa en su cuello por tener el cabello en un moño práctico.
-Eso espero.- Respondió Lisa, borrando la sonrisa de su rostro. Lisa situó por completo detrás de Jennie, apoyó una de sus manos en la barra, tomando uno de los martinis con la otra, pegando por completo su cuerpo a su esposa.
Jennie giró hacia la pelinegra, haciendo así que quedará de frente muy cerca. -Llegaste temprano.- Dijo, pretendiendo sorpresa recorriendo con su mirada el rostro de la contraria.
-Te echaba de menos.- Respondió Lisa, mientras Jennie fruncía el ceño incrédula.
Jennie se irguió más hasta casi quedar a la altura de Lisa, se acercó a ella y puso su mano sobre el hombro de Lisa - Yo también te eché de menos.- Sonrió tierna.
Lisa la miró embelesada "como actúa tan bien" pensaba, no podía evitar sentirse orgullosa, pero, no estaba del todo segura, aún así no debía bajar la guardia, todo podria...pasar.
-¿Cenamos?.- Preguntó Jennie dejando un beso en su mandíbula y apartándose de Lisa como si quemara.
-Claro.- Dijo Lisa siguiendola no sin antes darse cuenta que sobre la barra de la cocina había un producto químico que estaba abierto.
"Que trama está perra" se cuestionó Lisa en silencio las intenciones de Jennie, sintiendo una oleada de desconfianza recorrer su cuerpo. Sin dudarlo, arrojó su bebida a una planta cercana mientras observaba a su esposa con cautela.
Jennie se acercó a la mesa del comedor y quitó la silla de Lisa, observándola detenidamente. -¿No eran para ocasiones especiales?.- Preguntó Lisa, refiriéndose a las velas y la decoración elegante que adornaba la mesa.
-Esta es una ocasión especial, corazón.- Respondió Jennie con una sonrisa que ocultaba sus verdaderas intenciones. Lisa no pudo evitar sentirse desconcertada por la actitud de su esposa, aunque intentó mantener la compostura. Jennie, por su parte, mostró una expresión inocente y señaló la silla con un gesto lindo, invitando a Lisa a sentarse.
La pelinegra colocó su copa sobre la mesa y tomó asiento, mientras que Jennie tomó el palillo con aceitunas de la copa de Lisa y comió sin dejar de mirar a su esposa.