CAPÍTULO 20

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Estás bien?

Miré de reojo a Alex antes de aflojar las manos sobre el volante y volver a fijar la atención a la carretera, pero no respondí a su pregunta. Lo cierto era que estaba muerta de miedo. Estaba a punto de ir a un club a fin de tender una emboscada a la chica de la que estaba enamorada y suplicarle que me perdonase.

Me inquietaba la idea de volver a ver a Lena por fin. Confiaba en que Gayle le hubiese dado el trabajo corregido por segunda vez que había sido la causa inicial del lío en el que me había metido, y que al ver que me había ocupado de que se le pusiera la nota que merecía tal vez no se sintiera tan inclinada a recibirme a gritos. Pero el hecho de que no hubiera dado señales de vida apuntaba únicamente a que, con respecto a ella, nuestro acuerdo había acabado. Albergaba la esperanza de hacer que reconsiderase la decisión antes de que la noche tocara a su fin. El verdadero problema era que yo no tenía idea de cómo hacerlo. Había sido injusta con ella y le había hecho daño.

—No sé qué hacer cuando la vea -admití finalmente, sin apartar los ojos del camino.

—Actúa con una actitud totalmente natural y distante -dijo Alex-. Deja que ella te aborde. Las mujeres odian que no les hagan caso. O bien podrías ligar con otra chica enfrente de ella. ¡Es un truco infalible!

Eso era descabellado.

—Pero Lena seguramente sospechará que he ido allí para verla.

—Ah, no hay problema. Simplemente dile que hemos ido para acompañar a Imra porque es una loca de la vida.

—Pero no lo soy -saltó Imra desde el asiento trasero. — En mi opinión, deberías hacer caso omiso a los consejos de Alex.

Lo sabía.

—¿Qué tienen de malo? -preguntó mi hermana.

—Hum... Todo -respondió Imra-. No puede presentarse allí como si tal cosa e ignorarla. Debería mostrarse atenta y recuperarla.

—¡Ni de broma! -exclamó Alex rotunda-. Entonces ella tendrá todo el poder.

Ya lo tiene.

—Ya lo tiene -dijo Imra, como si me hubiera leído el pensamiento-. No puede comportarse como una imbécil cuando ella sigue tan enfadada. Pretende recuperarla, ¿recuerdas?

—Lo sé, pero, aun así. No puede portarse como una tonta delante de ella. -adujo Alex.

—Sí, supongo que tienes razón -reconoció Imra.

La cabeza me daba vueltas. ¡Ahora estaba aún más nerviosa! Ignorar a Lena en realidad no parecía buena idea. Pero ¿acaso ella preferiría que yo me lanzara? No era precisamente una virtud de la que dominara, pero daba la impresión de que a ella le traía sin el menor cuidado que yo estuviese ahí.

No obstante, también había comentado que le agradaba que yo asumiese el control, la noche que me emborraché y me desfogué con ella en repetidas ocasiones. De hecho, recordaba haberla oído comentar que había sido el mejor sexo de su vida. Como si no fuera a recordar ese comentario el resto de la mía.

Ahora me debatía en la duda entre postrarme a sus pies suplicándole perdón o hacerme la despreocupada al verla.

Por Dios, vaya problema.

—Entonces, ¿qué debo hacer?

—La quieres, ¿verdad? -preguntó Imra-. ¿Es algo más que un rollo?

—Oficialmente es solo un rollo, pero... sí, estoy enamorada de ella.

—¿A qué te refieres con «oficialmente»?

FOREVER ∞ Supercorp G!P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora