Día seis
Arthur
Miro la hora.
Ya es noche.
Y sigo aquí, debatiéndome entre asistir a la boda del padre de Alyssa o justificarme con cualquier excusa estúpida que se me pueda ocurrir; aunque, si fuera sensato, debería desistir y no darle más vueltas al asunto.
¿Acaso trato de seguir?
Después de todo lo que hice, del daño que mis equivocadas decisiones provocaron en Dean, Chloe y el hijo que íbamos a tener, incluso en mi padre. El dolor lacerante de la culpa recorre mis venas y contamina cada sitio de mi cuerpo. Es insoportable pensar en cualquier sueño y luego recordarlos y revivir sus rostros, sus sonrisas y los momentos.
Están en mí.
Sus vidas.
Lo que fueron.
Lo que nunca serán.
Pero eso no es todo.
¿Acaso quiero tentar las posibilidades del destino? Es cierto, Nueva York es una ciudad inmensa, por lo que es muy poco probable que pueda encontrarme en la boda con alguien que me haya conocido en mi etapa más oscura. Aunque, si lo pienso bien, Alyssa pertenece a una familia acaudalada y no sería extraño que muchos invitados también lo sean. Eso es lo que me hace pensar en Chloe Wayne, quien nació con un privilegiado apellido y que, por desgracia, su camino se terminó cruzando con el mío. En aquel tiempo, pensé que sería para siempre, pero no lo fue, ni mucho menos; solo éramos un par de jóvenes que necesitaban diversión y un poco de locura en sus vidas, todo lo profundo que anhelábamos sentir algún día. Algo como... lo que me sacude hoy, y que ella nunca más podrá experimentar. Me estremezco al recordarla.
El accidente.
Un bebé en su vientre...
Sobran motivos para no entrar en el mundo de Alyssa, desistir de todo esto y marcharme justo ahora, en esta misma noche y no volver jamás. Pero nunca he sido, para mi infortunio, un ser precisamente consciente de lo que es conveniente.
Mis pies pesan toneladas en cada paso que doy hacia la motocicleta y, cuando estoy a punto de montarme en el asiento, mi celular vibra en mi bolsillo. Por supuesto, es un mensaje de Alyssa. No puede ser de nadie más.
Espero que sí puedas venir.
Y eso es suficiente.
──── ∗ ⋅✧⋅ ∗ ────
Llego al lugar indicado.
Se trata de un jardín inmenso con tres entradas: una principal y dos laterales. La propiedad, inmersa entre residencias de gran lujo, destaca por su estilo rústico y espacio natural, colmado de árboles, pinos, arbustos y plantas por doquier. Una cúpula sobresale en el medio de una estructura circular con algunas fachadas de madera y enormes ventanales que se distinguen entre cada muro de piedra. Desde la entrada frontal hasta el ingreso del salón principal, todo está decorado con coronas de flores pálidas, luces cálidas y cortinas blancas que flanquean el paso primordial con apoyo de algunos pedestales —con ornamentos dorados— distribuidos sobre el camino de césped. Al final, cerca del estacionamiento, que es el sitio en donde me encuentro, hay una glorieta con una elegante fuente de agua en el centro y, unos cuantos metros más a la derecha, una pequeña palapa alumbrada por algunos faroles a su alrededor.
Siento el cuerpo tenso.
Y los latidos congelados.
Por todo lo anterior, he decidido no entrar al salón principal.
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Aquí dentro todo arde
RomanceArthur, un pianista de veintisiete años con un trágico pasado y una gran desesperanza en su alma, ayudará a la universitaria Alyssa a recuperar las riendas de sus sueños. * * * En él, todo está en cenizas. En ella, el fuego se ha extraviado. Lue...