Inefable

CAPÍTULO 14

Demetria Jones

18:35

Cameron, Francine y Ryan están flipando, todos estamos sentadas en mi cama. Les cuento de nuevo lo que pasó en la casita con Milo con todos los detalles y ninguna dice ni una palabra hasta Francine decide hablar.

—Ya me he cansado de escuchar lo mismo todo el rato. —Me rio a carcajadas. —¿Qué era lo otros super importante que nos querías contar?

Obviamente llevo varios días dándole vueltas al tema de Alex, por eso he convocado al grupito para tener noche de chicas. Ryan ya casi es una de nosotras.

—Se trata de Alex.

Los tres me miran con duda.

—Pensaba que esta etapa la habíamos superado, Demi. —Me dice Ryan con preocupación.

Abro la boca y niego rápidamente con la cabeza.

—¡No es lo que creéis! ¡Ya no me gusta!

—¿Y entonces que es? —me pregunta Francine.

—Creo... —vacilo un poco. —Creo que yo le gusto a él.

Se hace un silencio.

—Sin palabras. —Es lo único que comenta Cam con las manos entrelazadas.

—¿A que viene esto? —Interviene Francine.

—Ha estado muy protector conmigo últimamente. Me intenta alejar de Milo.

—¿Estás segura de que es por eso? —pregunta Francine, levantando una ceja.

—Sí, estoy casi segura —respondo, tratando de convencerlas tanto a ellas como a mí misma—. Hace unos días, cuando Milo y yo discutimos, Alex apareció de la nada y se puso entre nosotros. No me dejó sola hasta que Milo se fue.

Cameron asiente lentamente, procesando la información. Ryan se inclina hacia adelante, interesado.

—¿Y crees que esto significa que le gustas? —pregunta Ryan, tratando de entender la situación.

—No solo eso —continúo—. Me ha estado enviando mensajes, preguntando cómo estoy, diciéndome que si necesito algo, él está ahí.

—Eso suena sospechoso —comenta Cameron, todavía con las manos entrelazadas—. Pero puede que solo quiera ser un buen amigo.

—Tal vez —respondo, insegura—. Pero hay algo en su tono, en la forma en que me mira... No sé, es diferente.

—Bueno, si realmente crees que le gustas, ¿qué piensas hacer al respecto? —pregunta Francine, directa como siempre.

Voy a responder, pero el sonido de mi teléfono nos interrumpe.

No lo puedo creer. Son ellos dos.

—¿Qué pasa, Demi? —pregunta Ryan, notando mi expresión.

—Es Alex y Milo —respondo, sintiendo cómo todos los ojos se clavan en mí—. Me han mandado mensajes.

Francine suspira y se recuesta en la cama, exasperada. Cameron se sienta más erguida, intrigada.

—Bueno, ¿qué dicen? —me apura Ryan, intentando contener su impaciencia.

Respiro hondo y abro primero el mensaje de Alex. Dice que quiere hablar conmigo sobre algo importante, algo que no puede esperar. Mi corazón late más rápido.

—Alex quiere hablar conmigo, dice que es urgente —informo al grupo.

Francine hace un gesto con la mano, indicando que continúe. Paso al mensaje de Milo, temiendo lo peor. Milo me dice que necesita verme para aclarar lo que pasó en la casita.