Chico Malo

Seventy- Three

Último Capítulo

Aarhus, Dinamarca

Buenos días - hablé tranquila 

Pude ver como se removió y lentamente abrió sus ojos, me senté a su lado. Dio un leve bostezo y tallo sus ojos.

Jimin.- Buenos días bombón - me dijo - ¿Qué hora es?

Ocho de la mañana - respondí - Se nos hará tardé para el viaje

Jimin.- Me bañaré - se sentó en la cama y besó mis labios - ¿Están listos?

Siempre - hablé - Te veo en la cocina 

Me levanté de la cama y fui directo a la puerta, antes de cerrar la puerta, observé que se levantó y fue directo al baño para apresurarse, nuestro viaje sale en una hora y debemos darnos prisa y evitar que se nos haga tardé. 

Caminé a la segunda habitación y al abrir la puerta pude ver su pequeño cuerpecito asomarse en su cuna. Sonreí con ternura y me acerqué a su delicado cuerpo, lo tomé en brazos y besó mi mejilla.

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¿Dónde están nuestros asientos? - pregunté mientras lo miré confundida 

Miró los tickets y al buscar con su mirada nuestros asientos, señalo con su dedo los lugares vacíos. Al sentarnos, miré como acomodó nuestras mochilas y al sentarse a mi lado, miró el pequeño cuerpo de nuestro primogenitor pero él estaba más ocupado con observar a los demás pasajeros caminar dentro del tren.

¿Cuántas horas son para Milán? - pregunté

Jimin.- Tres horas y media - respondió - ¿Segura que no quieres descansar?

Realmente el vuelo me tiene agotada - respondí - Pero se que llorará una vez que no me vea

Jimin.- Tiene a su padre para eso - sonrió orgulloso - Anda ve a descansar yo me encargó de él 

Eres un excelente padre - sonreí orgullosa - Iré a dormir un poco 

Me levanté y nuestro hijo no se dio cuenta que me levanté. Busque con mi brazalete mi habitación y al encontrarla, abrí la puerta y observé una pequeña cama, al acostarme miré la estación y en pocos minutos el tren avanzaría. 

Me dejé caer en la cama y esperé que el tren avancé para observar el paisaje del lugar. El tren comenzó a avanzar poco a poco y solo miré desde la ventana, el vagón se encuentra silencioso y eso me alegra una parte; poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse. 

Sentí unos pequeños toques en mi rostro y lentamente abrí mis ojos, observé esos ojos azules y su pequeña sonrisa se formó en sus labios.

Jimin.- Ya es hora de levantarse - me dijo - Ya estamos por llegar a Milán 

Asentí y tomé su pequeño cuerpo para llenarlo de besos por todo su rostro, las risas comenzaron y al sentarme, Jimin se sentó a mi lado y besó mi mejilla; no imaginé que esto este sucediendo para nosotros dos.

Duramos así por unos minutos y los dos nos levantamos para salir de la habitación y llegamos a nuestros asientos. Pude ver una bandeja con comida y al abrirla, es estofado, carne y de postre helado de vainilla. 

Al terminar de comer, lo cargué mientras juego con él.

Jimin.- Ya limpié su pañal - dijo tranquilo - Ahora esta limpió 

Me sorprende que ya mejores - sonreí divertida 

Jimin.- No puedo dejar que solo tu hagas estas cosas - respondió 

Poco a poco la velocidad del tren disminuyo y desde la ventana logramos ver que llegamos a Milán, al detenerse el tren, las personas bajaron uno por uno. Nosotros esperamos para evitar empujones, al ser pocas personas dentro del tren, Jimin tomo nuestras mochilas y salimos del tren.

Cubrí con una cobija su cuerpo y el aire frío golpeo nuestros rostros. Nos alejamos con nuestras cosas y miramos a nuestro alrededor pero no logramos ver nada. Jimin estaba por sacar su teléfono pero logré ver un cartel con nuestros nombres, los dos nos acercamos y miramos a nuestros amigos. 

Un año basto, un año que no nos hemos visto, la cabellera de mi mejor amiga sigue igual de larga como la última vez que la observé, su ahora esposo su cabello es un poco largo. Él sostiene en sus brazos a su hija de dos años, ella al reconocernos se emociono demasiado.

Yoongi.- Por fin llegan - nos dijo a los dos 

Abracé a mi mejor amiga con cuidado para evitar lastimar el pequeño bulto en su vientre, si, ella de nuevo esta embarazada de cinco meses. Seguimos sus pasos y miré la estación de Milán, demasiada linda. 

Una vez que nos alejamos nos guio a uno de los estacionamientos, sacó sus llaves. Pude ver como Jimin sonrió divertido y al detenernos miramos su Porsche color negro. Al subirnos todos, encendió el motor y condujo a nuestro destino.

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Las puertas de su villa se abrieron y nuestro hijo observó sorprendido el lugar, el jardín es enorme para que el se entretenga mirando las flores, los arboles, incluso jugar con su perro. Al estacionarse, los cuatro bajamos, tomamos a nuestros hijos y caminamos a la puerta principal de su villa.

Al abrirnos las puertas, agradecí por el gesto y el olor a vainilla llenaron a mis fosas nasales.

Jennie.- Tienes la culpa - golpeo levemente mi hombro - Mi casa huele a vainilla

Lo siento - reí divertida 

Tomaron nuestras cosas y caminamos al jardín principal y el sonido de las voces de sus amigos se escucharon de cerca, al mirar, los cinco reían. En especial Hoseok, el sonido de nuestro hijo hizo que los cinco giraran a vernos. 

Ellos se levantaron de sus asientos y caminaron a nosotros. Cada uno nos saludó y Taehyung cargó en sus brazos a nuestro hijo, removió su cabellera negra y mi hijo esta feliz de estar en los brazos de él.

Namjoon.- ¿Tuvieron un buen viaje? - nos preguntó 

Jimin.- Si - respondió - Me alegra verlos de nuevo amigos

Seokjin.- Es hora de cenar - habló - Llegaron justo a tiempo

Giré a verlo y besó mi frente, después de todo el sufrimiento que pasamos, ahora podemos disfrutar. Decidimos vivir en Dinamarca, con el dinero que tenemos logramos abrir nuestra propia florería.

Adoptamos, lamentablemente el daño que hicieron ellos dos, impidió que tuviera hijos pero eso no nos importó y ahora tenemos a nuestro hijo, lo amamos más que anda y con eso basta. 

Jimin.- Vamos a cenar - me sonrió en grande

Asentí mi cabeza y caminamos a la gran mesa.

Fin