Oscura Tentación [ALPHA #1]

⚜ CAPÍTULO VEINTIDÓS ⚜

22. Confusiones y una que otra confesión

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CALUM

Helio me estampa contra la pared luego de dejar sus fluidos en mi boca y me besa como si su vida dependiera de ello, sus manos rodean mi cara con rudeza. Mientras, yo estoy en shock por el suceso tan candente de hace unos instantes y su desesperado beso de ahora.

Esta persona definitivamente no soy yo, yo jamás haría tales cosas.

Lo empujo y camino fuera del cubículo con el corazón desbocado. Me inclino en el lavabo y lleno de agua mi boca para después soltarla en el inodoro, me siento asqueado. Refresco mi cara con el agua fría; necesito despejar mi mente y alejarme de Helio

—¿Todo bien? —pregunta desde atrás tranquilamente abrochándose el pantalón.

No respondo y procedo a salir del baño pero, él me  detiene antes de que pueda seguir.

—¿Qué diablos te pasa? —me mira fijamente con su cara bañada en confusión. Su mano presiona mi muñeca.

—Nada. —respondo con los ojos en su pecho. —Esto no debió pasar. —me libero de su agarre de un tirón.

La culpa me ha invadido al recordar que afuera está su novia, y ahora no sé con qué cara voy a verla.

Cuando salgo del baño, Save your tears de The Weekend suena en el lugar; me siento aturdido y solo quiero irme lo más lejos que pueda de él. No puedo pensar claramente si lo tengo cerca, y tampoco puedo dejar de juzgarme por ser tan loco y  regalado.

¿Cuándo me había llevado una polla a la boca?

Nunca. Es la primera puta vez que hago algo así

Deja de engañarte, te gustó

—¡Calum, espera! Debemos llegar juntos o sospecharán. —me dice y me detengo en seco.

—¿No te sientes culpable por esto? —hablo más cabreado de lo que debería.

Después de todo, yo he accedido, él me ha pedido mi consentimiento y yo se lo he dado. Lo peor del caso es que no entiendo por qué demonios accedí a hacer eso.

Me mira mal y ve a ambos lados antes de decir:

—No hagas esta mierda.

—¿Que no haga qué? —alzo la voz casi sin querer.

—Echarme la culpa porque tengo novia y le he sido infiel. Ya lo hiciste una vez, y mírate, terminaste de rodillas comiéndome la polla.

Lo empujo y me agarra las manos apretándolas con rabia.

—Eres un imbécil. —digo y trato de soltarme pero me sostiene más fuerte. —Me estás lastimando, Helio.

Parpadea un par de veces y me suelta. Dejando sus dedos marcados en mis brazos.

—Vamos por el maldito trago y olvidemos que esto pasó. —me dice neutral y comienza a caminar a la barra.