⚜CAPÍTULO DIECISÉIS⚜

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16. Sin autocontrol

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HERMES


Tic, tac...

Tic, tac...

Tic, tac...

El incesante sonido que emite el reloj en la pared hace eco en los rincones de mi mente, logrando perturbar cada parte de ella y aumentar aún más la presión que he sentido estos días.

Las discusión del otro día con Anne Marie que causó una especie de tensión entre nosotros, los conflictos y la gradual decadencia de la empresa y por último, está Calum y ese deseo inexplcable que siento con tan solo verlo.

Todo está causando estragos en mi cabeza. Esas situaciones me están desestabilizando desde dentro y es algo que ya no me puedo permitir. Necesito volver a tomar el control, no dejar que todo esto me controle a mí.

Eres un Goulding, tú puedes con esto y más. —me recuerdo internamente.

Abro los ojos y clavo un puño en el escritorio de madera. Libero un suspiro pesado y aflojo un poco el nudo de mi corbata. Me siento asfixiado.

Llevo media hora esperando que comience la reunión con la junta directiva, y se me ha hecho una eternidad. No entiendo muy bien a qué se debe la decaída de Goulding's Society pero, seguramente hoy pueda esclarecer un poco todo este tema.

Tocan a la puerta y me enderezo en la silla para después ordenar:

—Adelante.

Miguel Rodríguez, uno de mis amigos de toda la vida y compañero trabajo, entra y cierra la puerta detrás de él.

—¿Qué te pasa, Hermes? —alza una ceja y toma asiento frente a mí en la otra silla giratoria.

—¿Por qué la pregunta?

—Parece que hubieras visto al mismísimo diablo.

Ignoro su comentario y le pregunto:

—¿Está listo todo para la reunión? ¿Ya se reunió la junta directiva?

—Casi. —estrecho los ojos y le doy una mirada de reproche. —Solo faltan el director y la gerente de Relaciones Internacionales. —se encoge de hombros y yo suspiro.

—¿Tanto les cuesta ser puntuales? —miro la hora en mi reloj de pulsera.

—Al parecer Travis McKylen está llegando hoy de un viaje. Su vuelo se retrasó.

—No es mi problema. —espeto y me levanto con las manos puestas sobre el escritorio. —En dado caso de no estar el director, conque haga acto de presencia la gerente, bastará. —le regaño y él asiente con su mirada fija en la mía.

Sé que él me entiende a la perfección. Ha sido mi amigo por muchos años, y sabe que cuando debo ser jefe, no hay contemplación que valga.

—Mejor vamos a la sala de conferencias. Comenzaremos con o sin ellos.

Rodeo el escritorio y salgo de la oficina, Miguel me sigue de cerca. Cuando entramos a la sala veo que ya han llegado todos.

Me coloco de pie en el extremo de la gran mesa negra rectangular cerca del ventanal de cristal. Mis ojos recorren toda la mesa y asiento.

—Veo que ya están todos. —la mayoría me mira a la expectativa. Anne Marie me dedica una simpática sonrisa y le devuelvo el gesto. —Pueden tomar asiento.

Todos obedecen y yo permanezco de pie; tomo agua del vaso frente a mí y aclaro mi garganta antes de hablar:

—Para nadie es un secreto que la empresa está... —busco mis mejores palabras antes de proseguir. —pasando por un momento complicado. Por eso estamos aquí.

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora