⚜ CAPÍTULO QUINCE ⚜

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15. Celos posesivos

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CALUM

La motocicleta seguía a una velocidad media por la carretera mojada. Helio esquivaba con suma agilidad los charcos que había dejado la lluvia. Aunque, aún no cesaba por completo; una leve llovizna seguía cayendo sobre nosotros.

Me preguntaba cuánto faltaba para llegar a la mansión. No me atrevía siquiera a intentar preguntarle algo, porque él no me escucharía de todas formas.

Seguimos por una carretera desolada con árboles altos y frondosos a los lados.

¿Adónde me llevas, Helio?

Pasaron uno diez minutos más y tomó un desvío, subiendo por una estrecha carretera bastante empinada. Cuando el vehículo se detuvo, alcé la vista a la hermosa casa de madera frente a nosotros. Se ve pequeña en comparación a la mansión, pero aún así, luce perfecta.

Me bajé y cuando estuve de pie sobre la grava observé la casa a detalle. Es de dos pisos, pero no derrocha extravagancia; plantas yacen colgadas en el pequeño porche e incluso hay varias en los bordes de las escaleras de madera que dan paso a la puerta de entrada.

-Linda, ¿no? -me preguntó y me giré para verlo.

-Muy bonita, sí. -me deshice del casco y lo coloqué sobre la moto. La brisa fresca me hizo respirar profundo y un olor a tierra mojada se metió por mi nariz. -¿Dónde estamos?

-En una de las tantas propiedades de mi padre. Le encanta coleccionar casas y fincas. Es algo que hace desde muy jóven.

¿Por qué me has traído aquí? -Quise preguntar, pero solo lo dejé estar en mi mente, y gestioné otra pregunta:

-Pero, ¿dónde estamos exactamente?

Quitó el casco de su cabeza y su cabello azabache revoloteo en el aire.

-En las afueras de Liberty. -dejó el casco sobre la motocicleta y caminó hasta las escaleras tomando asiento, la madera rechinó. -A cuarenta minutos de Liberty High, lejos de todo. -explicó y una sonrisa fugaz apareció en su rostro magullado-¿Vienes?

Asentí y me senté a su lado. Hubo silencio por unos minutos pero, no fue un silencio abrumador o incómodo, más bien, solo fue silencio. Nuestros ojos fijos en el cielo nublado, había una mezcla de nubes grises, blancas y negras.

Es una vista hermosa, a mi parecer.

En ocasiones, la oscuridad puede ser hermosa. Un día tormentoso puede ser un día perfecto. Un día lluvioso puede provocarte alegría y no tristeza.

Todo consiste en ver la belleza donde nadie más puede verla.

Vi a Helio de reojo, nuestras miradas furtivas y silenciosas se encontraron. Volví la vista al frente observando el pasto excesivamente verde.

-¿Vienes muy seguido aquí? -le pregunté sin mirarlo.

-No tanto. Antes solíamos frecuentar esta casa. Mamá, papá, mis hermanos y yo... -su voz sonó algo apagada y nostálgica. -Pero, hace mucho que ya no venimos. Al menos no en familia; yo solo vengo de vez en cuando a regar las plantas, aunque no hace falta ya que por estos lados llueve bastante, y suelen regarse solas. -soltó una risita y esta vez sí lo miré.

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora