⚜P R E F Ą C I O⚜

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"No hagas cosas malas que parezcan buenas. Y tampoco hagas muchas cosas buenas, porque al final, terminarás siendo el malo de todas formas"

—D. Darko.


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Los árboles pasan con rapidez frente a mis ojos, y la brisa fresca del verano se cuela salvajemente por la ventanilla del auto mientras en mis auriculares suena On My Own de Ross Lynch.

Creí que ignorar a Anne Marie mirando a la carretera y escuchando mis canciones favoritas me relajaría un poco al menos, pero no, todo lo contrario. Cada vez odio más estar yendo en este auto hacia el destino en que menos esperé pasar mis vacaciones de verano.

Y es que, me encantan los viajes largos con música, pero este en especial lo odiaba con toda mi alma.

Siento un toque sutil en mi hombro y sé que es ella intentando llamar mi atención por milésima vez. Pauso la música y le doy una mirada de pocos amigos.

—¡Ay, Calum! Ya basta. No me veas así, sabes que no tenía más opción. —me regaña haciéndose la víctima de la situación, como siempre.

—Claro que había otra opción. Podías dejarme en Pines con La Nana, como todos los años. Mi vida era mejor cuando tú permanecías lejos. —solté sin restricciones, porque la verdad no me importa lastimarla.

Ella ya ha sido lo suficientemente cara dura conmigo.

—Auch. Simularé que eso no me dolió, hermanito. —el cinismo en su voz me hace hervir la sangre.

Casi puedo ver la rabia emanando por sus poros. No tiene derecho a estar molesta. Después de todo, ella fue quien nos falló a mamá y a mí. Hace cinco años no pensó en nadie más que ella y se fue lejos a construir su futuro, mientras mamá y yo sobrevivíamos, mientras... nuestra madre, su madre estaba muriendo por un maldito cáncer, ella estaba haciendo su vida.

La vida que siempre había querido tener.

Por eso me parece injusto.

Después de que mamá murió, Grecia, o cómo yo la llamo: "La Nana", se hizo cargo de mí. Gracias a ella terminé la escuela, gracias a ella sigo vivo.

Y de pronto, llega Anne Marie Preston, Licenciada en Finanzas, prometida de uno de los jóvenes con más dinero de todo Liberty a querer arruinar mi vida, la vida que con mucho esfuerzo llegué a construir junto a Grecia, a la cual tampoco debí dejar sola.

Soy un estúpido.

—Sabes que esto lo hago por ti, Calum. —dice ella con su mano libre sobre la mía mientras sigue con la otra pegada al volante, su vista fija en el camino.

¿Lo hace por mí? Pff.

Vaya mierda.

Y sin importarme si va a dolerle o no, digo algo que tenía atorado en el pecho hace mucho tiempo:

—Debiste hacerlo por mamá. Quedarte con ella mientras pasaba su proceso, mientras ella lloraba todas las noches y sufría en silencio. Eso debiste hacer, no huir de todo y vivir una vida falsa y superficial. —escupí esas palabras con todo el asco y resentimiento del mundo.

Ella alejó su mano lentamente de la mía y vi una lágrima bajar por su mejilla. La cual secó con la manga de su suéter rápidamente. Volteó a verme y habló:

—No sé si Grecia te lo dijo pero, ella está muy enferma y ya no podía cuidarte Calum. —cuando la escuché decir eso casi dejé de respirar, porque no sabía nada. —Por eso fui a buscarte, por eso su hijo iba tan seguido a verla, porque Grecia ya no está bien.

La rabia me invadió en seguida, porque si La Nana está enferma, era mejor que yo me quedara con ella. Si siendo un niño pasé el proceso de mamá con su cáncer, ahora que ya casi soy mayor de edad, podía ayudar a Grecia.

—¿Por qué no me lo dijiste antes, Anne Marie? ¿Estás bien de la cabeza? —la veo mirarme de reojo y soltar una risita falsa. Las lágrimas nublando mi vista.

—No iba a decirte porque, sabía que ibas a querer quedarte, Calum. —expresó con toda tranquilidad.

—¡Eres la peor persona que conozco, Anne Marie! ¿Tienes corazón acaso? —sentí mi pecho oprimirse y las lágrimas no tardaron en mojar mis mejillas. —¡Debí quedarme con ella, era lo más justo! —grité desconsolado.

—¡Fue ella quien me pidió que te trajera conmigo, Calum!

—¡Mentirosa! —repliqué golpeando la guantera.

Ella frenó el auto tan repentinamente que por poco termino pasando el parabrisas, porque no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

—¡Ya basta, Calum! —me grita enfurecida mirándome fijamente, la rabia clara en su expresión. —Siempre he hecho lo que he debido hacer, y esta vez no es la excepción. En Pines no tienes ningún futuro ya, y además, Grecia tiene a su hijo para que la cuide...

Quiero protestar, gritarle lo perra que es, pero la verdad, ya no tengo fuerzas, ni ganas. Solo quiero desaparecer mágicamente y estar con mamá, sin tener que sufrir más.

—Ahora, abrocha tu cinturón y cálmate. —ordenó tan demandante como siempre. —Ya estamos por llegar a la mansión Goulding y no quiero que te vean así. —añadió tranquilamente retomando en su asiento esa posición erguida que la caracteriza.

La obedezco, porque la verdad, ya no tiene sentido oponerme. Estoy a punto de llegar a ese lugar; a esa gran mansión con gente adinerada, egocéntrica y superficial. En en la cual pasaré todo el verano, hundiéndome en la depresión y comportándome como alguien que no soy solo por encajar.

Y no estoy seguro de qué pasará en el tiempo de mi estadía...; pero algo si tengo muy presente, y es que, justo después del verano, cumpliré mi mayoría de edad, y podré ser libre de las garras de Anne Marie Preston, la persona que más odio en este mundo.

Mi egoísta y superficial hermana mayor.

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Nota de autor:

No diré nada, solo dejaré esto por acá y me retiraré lentamente...

B y e, bbs.
xoxo

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora