Oscura Tentación [ALPHA #1]

⚜CAPÍTULO ONCE⚜

11. Fiesta nocturna (Parte 1)

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CALUM

Lucrecia nos mira estupefacta con la boca abierta. Yo no puedo siquiera moverme, mi cuerpo no reacciona de ninguna manera.

—Lucrecia, no es lo que crees. —Helio rompe el ensordecedor silencio con la explicación más estúpida que haya oído en mi vida.

—Ehm... Yo no vi nada. —dijo sin salir de su asombro dándome una mirada rápida antes de irse rápidamente por el pasillo.

—Esto no acaba aquí. —susurró demandante en mi oído, su cálido aliento haciéndome temblar. Se fue por el pasillo detrás de Lu.

Fue hasta este momento que pude tomar el control de mi cuerpo y me recosté de la pared. Mis piernas parecen de gelatina, casi no me puedo mantener de pie.

¿Por qué Helio se atrevió de repente a hacer eso? Besarme sin restricciones.

Y sabes perfectamente que eso te gustó.

No es como que vaya a negarlo pero, ahora estamos en problemas; aunque yo diría que él lo está más que yo, es él quien tiene una relación después de todo.

Por otro lado, sé que debo hablar con Lucrecia, ella es mi amiga y sé que me entenderá, aunque sinceramente no estoy tan seguro. La mirada que me dio antes de irse casi me quemó los ojos.

Calum, Calum...

¿Acaso puedes estar un solo día sin sumar otro conflicto a tu vida?

Mi celular vibró en el bolsillo de mi pantalón, notificando un mensaje de Richelle, la chica que conocí en el café esta mañana.

Richelle Baker (Móvil)

¡Hola, Calum! Al final, ¿qué decidiste? ¿Vienes?

9:04PM

No estoy muy seguro de poder ir. Mi hermana no me lo permitiría, Richelle. Pero gracias de igual forma.
9:05PM
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Devuelvo el teléfono a mi bolsillo y suspiro. Esa chica me cayó bien, aunque tiene una vibra algo extraña; tal vez sea su manera de vestir y su loca personalidad. Me gusta la idea de hacer amigos y no sentirme tan solo, poder tener amistades con las cuales salir y tener una vida un poco normal. Sí es que eso pueda ser posible entre todo este drama de la vida deluxe.

Pero, por mucho que me pese no creo poder salir está noche a esa fiesta que me invitó Richelle. Aunque...

Anne Marie no tiene porqué enterarse de que fui si no le digo, ¿verdad?

Subí a mi habitación y comencé a sacar de las bolsas la poca ropa que me atreví a comprar en el centro de la ciudad. Richelle eligió algunas prendas jurando que se me verían genial.

Me decidí por un jean negro holgado con cadenas plateadas a los lados de las caderas y una camisa negra con una cruz enorme de puntas afiladas estampada al frente. Algo oscuro para mi gusto, pero al verme frente al espejo descubrí que se me veía mejor de cómo lo sentía.