⚜ CAPÍTULO TREINTA ⚜

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[+18] (ESCENA CRUDA DE SEXO EXPLÍCITO  DESCONTROLADO)
 
  
 
"Un trozo de cielo con un toque de infierno"
Omarr Concepción

  
 
30. Entre el cielo y el infierno


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CALUM


Pasaron los días; hubieron más encuentros candentes a escondidas con Aifred, todas las noches me cuelo en su habitación a repetir la ronda de besos y toqueteo intenso. Me he vuelto un adicto a lo que me hace sentir con tocarme o, el simple hecho de lamer todo mi cuerpo reiterando que soy como el manjar de los dioses.

"Ambrosía divina y exquisita" —sus palabras resuenan en mi cabeza y no puedo evitar prenderme al sentirme tan venerado.

No ha pasado a mayores porque él respeta mi decisión de no estar preparado para el siguiente paso, porque cree que se dará cuando sea el momento, y me dice que el tiempo solo acumulará esas ganas hasta que explotemos juntos de placer y será fenomenal.

¿He sentido culpa? No.

Todo lo contrario, me he sentido fantástico, explorar mi sexualidad con Aifred ha sido increíble, como un sueño que aún no acabo de asimilar. Ya ni siquiera me reconozco, definitivamente, ya no queda mucho del Calum que llegó a la mansión; sigo siendo algo temeroso y bruto al hablar cuando me siento intimidado pero, logro tomar las riendas de lo que siento, eso también me lo enseñó Aifred.

Recuerdo nuestra conversación de hace dos noches que solo abrió más mis alas y mi mente.

·

Estábamos acostados en su cama mientras sonaba Heavenly de Cigarettes after sex de fondo. Una ronda de besos desesperados y lujuriosos nos dejó los labios hinchados y las respiraciones hechas un desastre. Me senté a horcajadas sobre él y decidí expresarle cómo me sentía, la confianza que habíamos tomado esta última semana me hacía hablarle sin trabas.


—Tengo miedo, Aifred.

Acarició mi mejilla con los nudillos mirándome fijamente esperando a que continuara.

—Aunque me guste esto, —seguí—se me hace difícil definir lo que quiero ser a partir de ahora. Porque el  que me guste un chico es algo nuevo para mí.

—Nene, no tienes porqué definirte. —dejó un beso en la punta de mi nariz. —Definirse es limitarse.

Sonrío y no contengo el impulso de besarlo.

—Oscar Wilde. —comento sobre sus labios.

—El más sabio. —termina llenándome la cara de besos.

·
 
 
Y decidí que no trataría de buscarle las cinco patas al gato, ahora viviré sin restricciones, me lo debo después de pasar por tanta mierda y negarme ser cómo realmente hubiera querido ser hace mucho por miedo al qué dirán.

Respecto a Helio, no hemos cruzado palabras, ni siquiera me mira y, la verdad no entiendo qué le hice, me molesta que sea tan bipolar e imbécil. No voy a negar que mi mente me ha jugado sucio, mostrandome escenarios donde lo veo con Vyden, porque no se la pasa en la mansión, solo lo veo de vez en cuando, sale todo el día y me lo he topado en la noche por los pasillos algunas veces, siempre va como toro embravecido, me ignora y sigue su camino.

Me pregunté en cierto punto si era posible que tuviera conocimiento de lo que ha pasado con Aifred pero, no lo creo, hemos sido muy discretos respecto a ese tema y me aseguro de que no haya nadie cerca cuando voy al cuarto de Aifred. Además, ya me lo fuera sacado en cara de ser así, de eso estoy seguro.

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora