Oscura Tentación [ALPHA #1]

⚜ CAPÍTULO VEINTICUATRO ⚜

Él era un ángel con un rostro sublime y un cuerpo surreal; un ángel que encendía mi infierno y me hacía querer llevarlo a pecar
 
 
  

24. Baile de máscaras (parte I)

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HERMES

Mi mente se pierde en divagaciones mentales mientras siento el peso de la responsabilidad sobre mi espalda. Anoche no dormí bien, sumándole a eso el cansancio del viaje, añadiéndole la carga extra del regreso de padre y la nefasta e incierta situación en la empresa.

Si todo está bien, ¿de dónde salieron esas gráficas y estadísticas con los números negativos que me mostró Alba aquel día que volví con Anne Marie de Seattle?

Creí poder resolverlo pero, sinceramente, se requiere un milagro o un adivino, y yo no creo en tales cosas.

—¡Hermes! —la voz de Miguel me hace volver a la realidad. —La señorita Nelson está esperando que le digas si tienes alguna idea en específico que quieras emplear en el evento. —me come con la mirada como si buscara adivinar mis pensamientos.

La chica de piel palida y grandes lentes cuadrados me mira sonriente. Gibby Nelson lleva un año trabajando con nosotros, y pese a que aún no se gradúa y aceptamos su labor temporal en la empresa como pasante, no hay duda de que el departamento de Creatividad y Estrategia quedará en sus manos cuando acabe su carrera y entre de lleno en profesión.

—Pues, sinceramente ahora no tengo cabeza para pensar en detalles, señorita Nelson. ¿Tiene alguna idea que plantear? —le hablo lo más cordial que puedo.

—Sí. De hecho... —abre una carpeta amarilla sacando varias hojas con ilustraciones de la marca y demás cosas referente al tema. —Tengo entendido que esta nueva etapa de la marca viene con un toque sublime y seductor. Whisper Goulding, es eso en síntesis: seducción y encanto. —explica apasionadamente. —Me puse a pensar estos días, y me parece que un baile con el tema de máscaras junto a la época renacentista le daría el toque perfecto al opening de esta campaña tan innovadora.

Asiento y me inclino hacia atrás en la silla. El dolor de espalda va a matarme.

—Por tanto, me encargaré de que todo quede perfectamente planificado y el lugar donde se lleve a cabo sea como viajar a la época de hace milenios. No tiene que preocuparse de nada, Sr. Goulding.

—Bien, señorita Nelson. Me parece una idea estupenda. —la felicito. —Necesito que hoy mismo estén listas las invitaciones y lleguen a cada invitado sin falta lo antes posible. Hay personas al otro lado del mundo que deberán hacer un largo viaje hasta acá.

—¡Perfecto! Entonces me iré ahora. —recoge los papeles con suma rapidez como si tuviese un ataque de hiperactividad. —Le enviaré hoy mismo una lista de lugares que podrían ser perfectos para desarrollar la fiesta. —informa antes de salir disparada de la sala de juntas.

Suspiro y echo la cabeza atrás. Al menos es algo menos de lo que debo preocuparme. Pero, eso no significa que esté más tranquilo.

—Cuánto trabajo. —se queja Miguel tumbándose en una silla.

—Sí, claro. Un administrador hace tanto. —me burlo desahogando el nudo de la corbata.