⚜ CAPÍTULO VEINTINUEVE ⚜

26 2 5
                                    

29. Caricias urgidas

  


⚜️

HELIO

   

Termino de arreglarme de mal humor frente al espejo y suspiro intentando no desistir a la idea de cenar con la familia. No me hace nada de gracia tener que cenar junto al caprichoso y estúpido primo Zack. Me alegra ver al tío Ramsés después de tanto tiempo pero, lamentablemente no puedo decir lo mismo de mi primo.

Lo único que tengo de consuelo es la satisfacción de hace unas horas, cuando tuve a Calum aquí, en mi cuarto, de rodillas, chupándome la polla de nuevo. De solo pensarlo se me pone dura.

Tocan la puerta y me sacan de mis pensamientos aberrantes. Me aclaro la garganta y hablo:

—Pase.

Fabricio aparece en la puerta y se plancha el uniforme con las manos dedicándome su mejor sonrisa.

—Su familia lo espera en la mesa, joven Helio.

—Si, ya estoy por bajar.

—Ya está por servirse la cena y, usted sabe cómo se ponen sus padres cuando alguien llega tarde.

—Si, Fabricio, gracias. —digo entre dientes.

Intento no ser grosero con él. Fabricio más que un empleado, se ha convertido en un amigo de toda la familia. Siempre ha sido muy amable conmigo a pesar de que todo el tiempo ando modo hijo de puta. Le he contado una que otra cosilla que me ha sucedido y siempre me aconseja a partir de su experiencia.

—En unos minutos bajo. —le informo. Asiente y se va.

Revuelvo mi cabello y aplico mi loción Calvin Klein por todas partes, e incluso en las partes que casi nadie tiene el placer de oler porque siempre hay que estar preparado.

Bajo al comedor y cuando entro soy el jodido centro de atención, es imposible no serlo. Me extraña no ver a Calum presente pero ignoro el hecho.

Ese pueblerino me tiene pensándolo más de lo debido

—¡Sobrino! —me saluda el tío.

Dejo un beso en la frente de madre, abrazo a padre y luego correspondo el saludo del tío Ramsés.

—Tío. —estrecho su mano y me siento a su lado lejos de Zack, quien está entre Hermes y Anne Marie. —Creí que vendrían con la tía Camille y mis primos.

—No, mamá se tuvo que quedar. —interviene Zack y su voz me hace hervir la sangre.

Nadie pidió que hablara. Se ve mejor con el hocico cerrado.

—Pero dijo que vendremos en navidad. —termina sonriente. Se le marcan los hoyuelos que le obsequió el mismísimo Lucifer para que se viera más perverso.

Sirven la cena y todos hablan de temas diversos; madre, padre y el tío hablan sobre la empresa y la evolución que está teniendo, Hermes se une acotando información cuando se la piden y, Anne Marie habla con Zack sobre Argentina.

Jamás debió venir, debió permanecer en Suramérica. Aquí nadie lo quiere con su puta sonrisita de chico bueno.

—¿Y el sobrino Aifred?

—Ah, seguramente está en su habitación, se ha vuelto un energúmeno estos últimos años. —explica padre.

El tío asiente tomando vino de su copa.

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora