⚜ CAPÍTULO VEINTE ⚜

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"En ocasiones, no controlamos el deseo, ni los pensamientos; la ausencia de control, significa perdición"

20. El monstruo que se alimenta del deseo


⚜️

CALUM

Intento recuperarme después del salvaje ataque de los labios de Hermes. Respiro con dificultad mientras mis dedos repasan mis labios húmedos con incredulidad.

¿Por qué no me ofende? ¿Por qué de repente esto me agrada?

Camino de un lado a otro y lo fulmino con la mirada. Él habla:

—Soy consiente de que esto no es correcto...

—¿Y por qué insistes, Hermes? Yo no quiero esto.

—Mientes. —demanda y da unos pasos hacia mí.

—No. —lo detengo pegando mi mano en su abdomen. —Basta. No te acerques. —expreso en un tono suplicante que no esperé que estuviera ahí.

Toma mi mano y la sube a su pecho.

—¿Sientes mi corazón? —susurra con sus ojos fijos en los míos. —Está acelerado por ti.

Trago saliva y desvío la mirada. Lo menos que quiero es ver sus ojos, o todo se irá a la mierda. Porque el antiguo Calum evitaba las miradas directas por intimidación o vergüenza pero, este desconocido que ahora posee mi cuerpo, evita el contacto directo de las miradas por temor a calentarse.

—Hermes...

—Calum...

Acuna mis mejillas en sus grandes manos y acerca nuestros rostros cautelosamente. Unos pasos nos hacen separarnos rápidamente y camino hasta el otro lado, simulando ver por la ventana.

La puerta se abre y Hermes habla enseguida:

—Lucrecia, ¿qué haces despierta a estas horas?

Me giró y observo a Lu, quien me mira curiosa y vuelve rápidamente su atención a él antes de contestar:

—No puedo dormir. Vine por agua. —camina hasta el refrigerador.

—Ah, qué casualidad, Calum también. Y yo —se acercó a la isla y vertió leche en un vaso. —Por un vaso de leche. —caminó hasta la puerta y se detuvo antes de salir. —Buenas noches, chicos. Ya deberían irse a la cama.

Sale y suelto el aire que tenía contenido.

—¿Qué pasó aquí? —me pregunta con cierto tono de reproche mientras sirve agua en un vaso de vidrio.

—Nada. —me hago el loco y me siento en un taburete frente a la isla. —¿Por qué?

Resopla y toma agua mientras niega con la cabeza.

—Olvídalo. Estoy algo fuera de mí. La cabeza me duele por haber tenido que lidiar con una chica ebria. —rueda los ojos y sonrío.

—¿Sabrina?

—¡Sí! Estaba como loca. Tenías que ver cómo se puso cuando Helio te fue a buscar. Tenía celos...

Oscura Tentación [ALPHA #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora