Our Secret ~ Pablo Gavi

Extra 3.

Dos años después...

Anto tenía cinco años y Santino tenía año y algunos meses.

Pablo y yo nos casariamos en cuatro meses, ya teníamos casi todo listo, solo faltaban pequeños detalles.

Pablo quiso que nos mudamos a una casa más grande y trajo los mejores arquitectos del mundo y cuando digo que son los mejores arquitectos del mundo es porque lo son, Gavi hizo que vengan de Alemania.

La casa era enorme, muy grande para mi gusto, mi prometido quería la mayor comodidad, pero era excesivo.

Tuvimos varias peleas por la decoración, y muchas cosas, un ejemplo es el mármol de los baños y la encimera de la cocina, hizo que trajeran el mejor que existía en el mercado, lo trajeron de algún lugar de Italia, yo no lo veía necesario, pero según Gavi si.

La casa tenía cancha de fútbol, basketball, padel, ping pong, dos piscinas, una fuera y otra dentro, una cocina, cuatro salas, una fuera, una en el primer piso, otra en el segundo y la última en mi habitación, cuatro closets, seis baños, dos oficinas, dos jacuzzis, un garaje, un comedor, lavadero donde tenía lavadoras y cosas de lavado, gimnasio, dos patios, sala de juegos y algunos espacios más.

La casa era excesivamente grande, pero bueno, ya había tenido demasiadas peleas base a la enorme casa.

♡♡♡

Escuche la puerta principal de casa, era Pablo, recién llegaba de entrenar.

A los minutos vi entrar a Pablo con Anto en brazos y ella abrazandolo.

-Hola, amor -dije mientras Pablo se acercaba a mi.

-Hola -dijo besándome -. ¿Y Santi?

-Esta durmiendo, le subió la fiebre.

-¿Fueron al hospital?

-Si, amor, nos dieron medicamentos.

-Vale, lo voy a ver, ¿Te quedas con mami? -preguntó mirando a Anto.

Anto asintió y Gavi la dejo en la silla alta de la encimera, a mi lado.

-¿Qué estás haciendo mami?

-Estoy por prender una vela aromática -dije agarrando una de las velas que teníamos en la cocina, por lo general teníamos como mínimo 3 velas en cada ambiente de casa, nos gustaba que casa huela bien.

Luego de prender la vela fui al salón con Anto a ver el partido de Argenina contra Uruguay, un partido de eliminatorias.

Estábamos las dos en el sofa acostados y al poco tiempo bajó Pablo.

—¿Cómo van? —preguntó acostándose mientras apoyaba su cabeza en mi muslo.

—Cero a cero, pero empezó hace ocho minutos, ¿Santi?

—Le bajo bastante la fiebre, está mejor.

Sonreí y acaricié su cara.

♡♡♡

Estábamos cenando los cuatro en la cocina, Santi había mejorado muchísimo y casi no tenía fiebre.

Mañana en la noche Pablo jugaba en estadio de Montjuïc, no creía ir, Santi estaba enfermo y no quería llevarlo porque podía empeorar y el finde semana nos íbamos a Los Palacios y Villafranca, a ver a los padres de Gavi.

—¿Mañana vamos a ir a ver a papi, mami? —preguntó Anto.

—No creo amor, Santi esta malito y el finde vamos de los abus, quiero que se mejore.

—Vale —dijo un poco desanimada.

—Prometo que al próximo vamos si o si.

—¿Contra el París por la copa esa que papá ama? —preguntó ilusionada.