-¿Qué estás bastante bien para tu edad?... Si tienes mucha razón eres realmente hermoso e irresistible, tienes buen cuerpo pero eso no te quita lo pequeño que un te veo desde mi perspectiva cariño.- Cargó a Andrés con cuidado para no lastimarlo más de lo que estaba.
-A-Ah... ¡No me refería a eso!- Andrés se sonrojó pues Ari lo había malinterpretado, ciertamente aprovechó el momento ya sabía a lo que se refería.
-Pues a mi si me sonó de esa forma, ¿Oh no?, pero está bien no te puedo hacer nada en este momento ya lo hice hace rato lindo~
Gonzalo bajó a Andrés y este lo abrazó escondiendo su cara, le dió mucha vergüenza el comentario del mayor. -Tranquilo, era de broma... pero si quieres no es broma.- Sonrió haciendo que suelte una ligera risa Andrés.
Levantó su cabeza y le dio un tierno beso a Ari, se separó y Ari fue a revisar su comida, quería ver si ya estaba hecha para darle a su linda pareja. El menor fue a sentarse en la mesa para calmar un poco el dolor.
-Ahg...- Ari escucho a su novio quejarse y se preocupó, era normal de Andrés molestarse, enojarse y quejarse algunas veces, pero esas acciones tenían una explicación y se puso nervioso al no saber que lo molestaba.
-¿Estás bien Andy?- Terminó de servir la comida y se la llevó poniéndose atrás suyo agarrándolo de los hombros.
-Si... pero me molesto que no me hicieras caso.
-Mmmm, ¿cuándo pasó eso?- Se preocupó pues siempre le hacía caso en todo lo que le decía ya que era su forma de agradecerle ser su pareja y dejarlo vivir en su casa.
-Te dije que no fueras agresivo y te descontrolaras conmigo... ¡Hiciste todo lo contrario animal!- Andrés no estaba acostumbrado a esas sensaciones pues hace un rato fue su primera vez y en lugar de descansar trataba de disimular que está como si nada.
-Pero si fui muy gentil contigo y me contuve... ¿Soy agresivo?- Ya le habían dejado una duda existencial a Ari, la verdad si se había pasado un poco, pero ciertamente fue muy gentil con él menor para no lastimarlo cosa que fue en vano.
-Si eso fue ser gentil, no me quiero imaginar cuánto sufriré cuando no lo seas...
-Mejor no te lo imagines, sería muy difícil superarlo...- El menor soltó una risa pues tenía razón ya no podía dejar tales pensamientos, dejaron la conversación y empezó a comer, por otro lado Ari se fue a la cocina para hacer un debate sobre comer o no. No lo sentía necesario, le gustaba más la comida japonesa y eso era lo que no le permitía comer otras cosas, ya no hallaba la felicidad aunque el las hiciera.
-Mmmm, ¿y si hago ramen?... No, mejor luego o nunca posiblemente.- Aunque el quería conocer todo de Andrés el quería que no supiera nada de él, pensaba que sentir atracción por este estilo de cosas era extraño y raro, no encontraba forma de verlo bien al menos.
-¿Qué hace Ari?- Veía al mayor confundido mientras veía la comida.
💭: Que no crea que no me doy cuenta cuando no come y se hace el menso...-¡Ari!- Este reaccionó volviendo a su mundo y volteó a ver a Andrés. -Ya voy Andy.- Fue hasta el menor y este se levantó viendo a Gonzalo algo molesto.
-¿Q-Que pasa?- Dijo algo inquieto, le causaba miedo ver al menor enojado.
-Siéntate, es una orden.- Andrés se apartó y Ari se sentó con muchas dudas en su cabeza.
Saavedra fue a la cocina para servirle de comer a su pareja, tendría que obligarlo a comer, no podía dejarlo morir por una cosa realmente estúpida.
Fue hasta Ari y apartó su plato y poner el otro, se sentó delante de él viéndolo.
ESTÁS LEYENDO
Shine a little of your light in my world of loneliness...
Romance•No se que poner• Andrés, un joven de preparatoria con 18 años de edad, se estaba enfrentado a nuevos problemas, algunos eran, el dolor de cabeza, fatiga, preocupación y nervios, típicos síntomas de la acumulación de proyectos y mayormente tiene cul...