- Capítulo 4 -

73 9 0
                                    

-Me mencionaste que tenías amigos, la verdad es que soy bastante nuevo en esto... y bueno, yo...- Andrés inclinó la cabeza con dificultad para expresarse, era la primera vez que alguien lo comprendía y sentía mucha emoción que debía controlar, Ari por suerte, entendió lo que le quería decir.

-Andy tranquilo, yo te voy a ayudar. Después de todo, ¿para qué están los amigos, verdad?- Ari sonrió al notar que Andrés ya confiaba más en él.

El menor retomó su postura original y le respondió con una sonrisa, diciéndole "gracias, Ari". El mayor se sintió satisfecho con su trabajo y olvidó el tremendo sermón que su familia le daría, pensando que estaría haciendo otras cosas. De todos modos, ya había aceptado su destino...

Ya era fin de semana, específicamente sábado, se quedaron platicando sobre el tema y explicándole al menor algunas cosas que debía saber de la plataforma, algunos consejos y posteriormente uniéndolo al grupo con sus amigos. Al principio se sentía nervioso y asustado, y al final también, pero logró armarse de valor.

Ari sugirió que sería mejor hablar de estos temas en su casa en lugar de la de él, ya que allí se sentiría más cómodo. Andrés no tenía ningún problema, a todo esto el mayor ya había avisado en su casa que no estaría un día más, pues tenía planes de desvelarse jugando algún juego junto con el menor.

Aunque todo estaba saliendo según lo planeado, Andrés se puso un poco nervioso. Era la primera vez que alguien estaba en su casa durante tanto tiempo y, por accidente, su mente no dejaba de pensar en la escuela. Y esto se debia a que aunque es algo popular por su cabello, ojos y voz fría pero serena, en realidad no se sentía satisfecho con eso...

-Oye Ari. ¿T-Tú eres popular?- Preguntó el menor sin despegar su vista del monitor, tartamudeando un poco. Ari se rió con simpatía, dejando confundido a Andrés, provocando su atención inmediatamente.

-Preguntas cosas muy raras Andy, respondiendo tu pregunta se podría decir que "consideran" que sí, pero no es por decisión propia o algo así, ya que en la escuela califican de pies a cabeza a cada persona que entra, pero no te preocupes cualquier cosa yo te protejere- Ari sonrió, haciendo que al menor se le iluminaran sus ojos y posteriormente sonreír ligeramente, al parecer le gustó mucho lo que le dijo.

El mayor se sintió contento al ver la sonrisa en el rostro del menor y decidió contarle historias que le habían pasado en esa escuela la cuál odiaba tanto, para seguir compartiendo momentos especiales juntos, realmente quería verlo feliz casi nunca estaba de ese modo...
El teléfono de los dos sonaba a cada segundo, eran los amigos de Ari hablando sobre "Sparta". Querían conocerlo, Andrés se propuso hacerlo mañana, solamente por hoy quería pasarla con el mayor, solos ellos dos. A nadie le molestaba; simplemente estaban tomando confianza.

Pero demasiada confianza, tomando en cuenta que se quedaron literalmente dormidos jugando... Andrés se recargó en el hombro de Ari, seguramente el recibo de luz no estaría de su agrado, pero cada maldito segundo junto a él si lo valía, se había convertido en su protector y a la vez lo mejor que le había pasado pero sólo era un presentimiento, no quería emocionarse de más y terminar mal o con el corazón rotó...

A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Andrés, se sentía muy cómodo, lo cual era raro porque se había dormido recargado en su amigo, pero toda su vida era rara, se puso nervioso y se separó de este rápidamente para ver su teléfono y conversar un poco más con los que serían sus próximos amigos si tenía suerte.

-Mmm... Están hablando pero, ¿y ahora qué digo?, ¿cómo puedo seguir una conversación? Ahg, dudo poder seguir alguna de sus conversaciones, apenas entiendo a Ari- Andrés sintió una leve risa y se volteó encontrándose con el mayor, al parecer estaba bastante atento a sus palabras y su conversación.

-Simplemente diles "Sí" a todo y si de alguna forma te hacen recordar algo, olvídalo; si te piden algo, se los das o lo haces, forma simple de sobrevivir y lo último que dijiste me dolió mucho Andrés.- El menor rio ante el comentario de este, realmente lo estaba preparando para todo y eso le daba más confianza.

-¿Cuándo te despertaste? No es que no me importes, pero no te escuché...- Ari le respondió de una forma muy simple e inusual -Tácticas que se heredan de familia, una muy poderosa para que no te pidan favores- dijo sonriendo y le dio gracia a Andrés por alguna razón le recordaba a su casa, extrañaba mucho a sus padres y a su hermano...

-Entonces, ¿no te llevas bien con tus papás? Eso es una tontería...- Ari se enojó un poco y le dijo -Ni siquiera sabes el porqué Andrés, pero está bien, te dejaré por ahora el beneficio de la duda...- Se paró sin decir nada más y se fue a la cocina, fácilmente ya pensaba que era su casa.

-¡Espérate Ari!- Siguió al mayor, quien ya estaba en la cocina viendo qué preparar para desayunar -... ¿Qué haces?-

-Apoco tú no desayunas nunca Andy... - El menor se ofendió un poco. -Pues sí, es verdad, todavía no sé cocinar y siempre salgo solamente a comer, no tengo tiempo de desayunar ni cenar- Ari se sorprendió ante la respuesta del menor.

-Te estás independizando, pero no sabes cocinar, ¿qué tipo de padre deja que su hijo haga esas cosas? - Se preguntó algo confundido, el menor lo iba a sacar de la duda -Uno que tampoco sabe cocinar y se independizó aun así a mi edad...-

-Por lo menos dime que te van a visitar, sino sería muy triste...- Dijo para luego reírse. -¡Ah! Mira qué gracioso, ¿te comiste un payaso verdad desgraciado?

-Enterito Andy~ jajaja- El menor molestó finalmente se rindió y se sentó a esperar "la obra maestra de Ari", como lo llamaba el buen Ari.

El menor estaba poniendo la mesa con algunas cosas que había comprado hace poco, nunca les dio utilidad pero podría ser el momento perfecto. Ari, cuando terminó de cocinar, sirvió dos platos y se sentaron a comer junto con su bebida "favorita" ✨Aguita✨. Terminaron de comer y se pusieron a hablar un ratito.

-Mmm... Ari esto va a sonar raro, pero, viéndolo desde mi perspectiva, necesito a alguien más en la casa y... ¿Quisieras...?

-No se diga más, ¿dónde firmo Andy?- Andrés, al darse cuenta de que la soledad le estaba afectando al punto de volverlo loco, pensó que tal vez no sería tan malo tener compañía, un paso pequeño para una persona normal un gran paso para el menor.

-----------------------------------

Continuará ~

Shine a little of your light in my world of loneliness...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora