Ari ya necesitaba seguir con su comida, pero su pareja seguía dormida, lo cargó con mucho cuidado y subió arriba para dejarlo en su cuarto pues sabía que dormir en un sillón no resultaba tan cómodo.
Entró al cuarto y acostó al menor en su cama, le puso una cobija para que siguiera caliente y dándole un beso en su frente se fue a la cocina.
Luego de un rato Andrés se despertó por la falta de su pareja, seguía medio dormido y solamente se sentó en la cama pues sentía mareos.
-¿Estará esto bien para Ari?... no se merece sufrir por mi culpa, quién diría que se me olvidó algo tan importante. Y no creo que se me olvidara simplemente lo ignore y sin su consentimiento quería hacer una familia... ¿tan estúpido fui?- Ya estaba perdiendo su cabeza al hablar solo nuevamente pero no podía dejar de pensar en ello.
-¿Qué pasa si le hago daño a...- Todavía tenía miedo de decirle a su propio hijo algo. -No puedo hacer algo decente en mi vida, simplemente estoy hecho para sufrir...- Este se tapó sus ojos con sus manos mientras se recargaba en la pared torturándose a sí mismo.
En eso Ari abrió la puerta entrando con una bandeja de comida para su pareja quien no se había dado cuenta. -¿Piensas todo eso Andy?- Dijo el mayor dirigiéndose a su contrario tranquilo y lentamente.
Andrés se espantó y quitó sus manos de su lindo rostro viendo a su novio con sus ojos algo cristalinos. -Tranquilo, se que esto para ti es difícil pero no te tienes que atacarte a ti mismo cada que puedes o no estoy.- Dejó la bandeja en su mueble y se sentó en la orilla de la cama viendo a este con una pequeña sonrisa para luego extender sus brazos.
El menor ni se la pensó dos veces y se lanzó en Ari. -Perdón... aveces sucede.- Gonzalo sonrió y acarició el cabello de su contrario. -Claro Andy, ¿ya quieres comer?- Este asintió con su cabeza ligeramente y soltó a su novio.
El mayor se levantó y fue a por la bandeja acomodándola en la cama, Andrés empezó a comer mientras que Ari se encontraba atrás de su pareja para darle cariño y no verlo pues eso también lo ponía nervioso.
Cuando el menor terminó Ari apartó las cosas y las dejó nuevamente en el mueble pues quería estar con Andrés. -¿Ya estás mejor?- Preguntó Ari acariciando las mejillas de su pareja.
-¡Si! Muchas gracias Ari.- Respondió feliz pues la comida de Gonzalo le había subido el ánimo bastante.
-Al parecer tus cambios de emoción son muy tiernos.- Gonzalo ya lo estaba abrazándolo como osito.
-A-Ah.- Andrés se sonrojó un poco mientras veía a su pareja de reojo. -Sip, muy tierno.- Ari le robó un beso y sonrió tiernamente por ver a su pareja feliz.
-¡Ariiii!- Ya lo había puesto muy nervioso y tuvo que gritar. -Tranquilízate cariño.- Dijo Ari mientras lo sentaba arriba de él, posteriormente lo abrazó de su cintura y Andrés tuvo que seguir su juego regresándole el abrazo todavía con un ligero sonrojo.
Mientras que ellos se daban amor Nightmare y X aprovecharon que estos dos estaban ocupados y se dieron a la fuga de la casa para ir a pasear un rato.
Ya luego por la noche Ari empacó en una maleta pequeña unas cosas de Andrés que por lo que sabía eran muy importantes para el. Los monitores tuvieron que dejarlos pero no importaba según el menor pues desde hace mucho ya no hacían mucho y todo lo seguiría haciendo desde su computadora.
Al día siguiente Andrés se despidió solo de X y rápidamente se fueron, como ya habían acordado la casa se la quedaba el por si necesitaba escapar, tener una casa o un lugar seguro. Su viaje duró unas horas las cuales se la pasaron durmiendo pues anoche haciendo cosas se durmieron muy tarde.
Todo su recorrido fue muy corto para ellos pero la verdad es que fueron demasiadas horas las que durmieron. Al llegar Andrés se sorprendido de lo grande que era la universidad de Ari, el tenía planeado mostrársela y ver algunas cosas pero primero tendría que ayudar al menor.
-Ari si estás ocupado no tienes que preocuparte por mi, yo puedo hacer cualquier cosa solo.- Este sonrió viendo a su novio quien estaba dudando de sus palabras. -¿En serio Andy?- El menor si se dio cuenta que dudaba de él pero suponía que ya era normal y que hasta el mismo lo haría pues ah hecho muchas cosas cuando lo dejan solo y no eran tan buenas que digamos.
-Si Ari, posiblemente tenga que empezar a hacer las cosas bien... no se sabe qué pueda pasar.- Ari lo miró algo molesto por lo que dijo.
-No te pasará nada nunca jamás no digas esas cosas.- Andrés sonrió y asintió. -Bueno pero mejor ya vete, tienes cosas que hacer y lo entiendo perfectamente.- El menor se detuvo haciendo que su novio también lo hiciera, se volteó a verlo y agarró su mejilla dándole un tierno beso.
-Bueno lindo... si necesitas algo me llamas.- Ari le devolvió el beso y se separaron.
-Hasta luego amor mío.- Dijo Andrés rápidamente, agarró sus cosas y se fue rápidamente pues ya quería ver su nueva casita.
Ari se sonrojó al igual que su corazón no dejaba de palpitar, por primera vez le había dicho "Amor" luego de mucho tiempo y eso lo había puesto muy feliz.
Antes le daba algo de pena pero ahora le daba mucha alegría, luego de ya no visualizar a su pareja se dió la vuelta yéndose adentro de su universidad rápidamente.Mientras tanto Andrés iba tranquilo y pensativo a su casa, no estaba lejos pues la compró casi en frente de la universidad pero eso no significa que no se perdiera.
-Ahg... perfecto solamente quería ir a mi casita, pero bueno.- Este siguió buscando y de pura casualidad le atinó, entró y se puso muy Alegre pues esa casa era más grande y tenía una hermosa decoración, como ya había dicho el menor solo tenía una habitación y eso ya estaba planeado, había tres baños por si acaso nunca se sabe, una sala y una cocina bastante grande con un comedor pequeño.
Este dejó sus cosas en la entrada y se salió observando las demás casas.
-Y ahora me falta encontrar la otra, pero mejor luego o quizá nunca...- Andrés se encargó de dejar todo y salir cerrando bien su puerta, se dirigió a la universidad viendo a demasiadas personas.
-Al parecer sigue habiendo personas...- Casi todas las personas se le quedaron viendo, el creía que era por el desmadre que tenía en su pelo pero de cierta manera se les hacía muy atractivo el menor.Andrés estaba medio escondiéndose mientras que buscaba a Ari cosa que no logró y mejor se le ocurrió irse a inscribir, le preguntó a varias personas en donde quedaba el área de inscripciones y con mucho gusto le dijeron, el asunto es que a él no le bastaba que una persona se lo dijera tiene que preguntárselo a muchas.
Luego de un rato llegó y ya tenía todo solo faltaba que lo aceptaran por decirlo de esa forma y por eso fue, luego de un tiempo terminó y ya todo estaba bien, mañana empezaría pues ya habría terminado el descanso. Tenía miedo por el hecho de que era menor que todos pero podría acostumbrarse.
Se fue a la salida y se subió a unos columpios que había viendo si estaba su novio, podría haberlo llamado pero si estaba ocupado lo mataría, además si lo estuviera buscando ya le abría llamado y todavía no lo hacía.
-Parece que está muy bonito pero me siguen viendo y no tiene sentido, ¿es porque soy nuevo? Posiblemente...- Este agachó su cabeza para no ver a la gente.
Todavía no se le notaba que tenía a su bebé pero para nada. Aunque Andrés ya estaba alucinando cualquier cosa por la cual lo podrían ver, pensó en eso y se puso bastante nervioso. Suspiró y decidió subir su mirada para seguir buscando a su novio.
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Continuará
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Shine a little of your light in my world of loneliness...
Любовные романы•No se que poner• Andrés, un joven de preparatoria con 18 años de edad, se estaba enfrentado a nuevos problemas, algunos eran, el dolor de cabeza, fatiga, preocupación y nervios, típicos síntomas de la acumulación de proyectos y mayormente tiene cul...