25. Reunión de acuerdos

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Este tipo de reuniones nunca fueron la especialidad de Dazai, pero después de cargar a Yumeno y dirigirse a la finca personal de Kunikida, sólo tuvo que encargarse de llamar a todos los involucrados.

Todos sus horarios estaban hechos por Doppo, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, era uno de sus pasatiempos favoritos, además de agarrarlo ocasionalmente a golpes. Se organizó tal y como se necesitaba, sin preguntas incómodas ni murmullos prejuiciosos, creando un silencio bastante respetuoso cuando Dazai cruzó la puerta.

Chuuya se sorprendió un poco al principio, el tipo de anteojos a quien reconocía como Ango tocó la puerta mientras Higuchi lo seguía sermoneando, y dijo que la presencia de todos era necesaria en el pabellón de Jazmín. Se asustó por un momento, pero Tachihara tenía una katana y sabía perfectamente cómo usarla, así que confió en ello.

El camino fue un recorrido bastante silencioso, pero encontrarse frente a frente con Osamu casi al final le trajo cierta tranquilidad.

A pesar de que Dazai ni siquiera volteó a verlo, su asiento estaba justo a un lado suyo, y ellos dos eran los únicos sobre el pequeño escalón. Los demás tomaron su lugar a los alrededores, creando una especie de cuadrado con un incienso en el centro.

Kunikida fue el primero en tomar la palabra.

— Damos inicio presentando a los partícipes principales del caso: Ozaki Kouyou, Izumi Kyouka, Chuuya Nakahara y Osamu Dazai– habló fuerte y claro, ajustando sus lentes — Levanten su mano, por favor

Y lo hicieron, aunque todos tuvieran sus dudas, exceptuando a Dazai.

— Muy bien... el asunto comienza hace aproximadamente seis meses, cuando el jefe del palacio, nuestro señor Mori Ougai conoce a la señorita Ozaki Kouyou, ¿eso es cierto, Kouyou-san?

— Es correcto

— ¿Puede explicar qué sucedió en aquella ocasión?

Cuando Kouyou contestó con su versión de los hechos y Ango comenzó a escribir un resúmen de todo lo que decía, Chuuya entendió que esto era una especie de juicio. Más bien, se trataba de una reunión de acuerdos, con tal de mantener bien entendidos e informados a los altos rangos del palacio.

Reconocía a la mayoría, pero los dos chicos sentados en una esquina le parecían extraños. Su ropa claramente era la de un soldado, pero no uno como Tachihara, y no podía identificarlos del todo.

Escuchó a duras penas cuando Kyouka le llamó, devolviendo su mente al mundo real.

— Ah... ¿q-qué?

— Repetiré la pregunta– dijo Kunikida — Su nombre es Nakahara Chuuya, ¿eso es correcto?

— Sí, s-sí lo es

— ¿Usted sabía desde un inicio que la señorita Kouyou iba a comprometerse con Dazai Osamu?

— No, no lo sabía, llegó una carta del palacio para ella tres días antes de que se celebrara el compromiso y la abrí por la seguridad de mis dos hermanas– se expresó cuidando muy bien sus palabras — Entendí que se casaría con mi hermana mayor y no... ummh... no tenía una buena impresión de Dazai en ese entonces... d-de D-Dazai-sama, quiero de-decir...

Tenía que recordar cuál era su lugar, tenerlo muy presente durante toda su estancia en esta reunión y jamás olvidarlo, porque sería una terrible falta de respeto no darle importancia a "cosas ridículas" como los honoríficos.

Tragó en seco después del silencio incómodo que su accidente provocó.

— Así que, en consecuencia, Nakahara-san suplantó la identidad de su hermana mayor hasta el día de hoy que se realiza esta reunión– concluyó Kunikida, dándole vuelta a la hoja escrita que leía — ¿Algún dato relevante para el caso que alguien quiera agregar?

Mentiras azules // SKKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora