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—Voy a salir hoy a las siete —avisa Dream a su madre.

—¿Con Karl y Sapnap?

—Nah, a ese par los veo todos los días, para qué querría verlos un día más.

—Solo los ves en la universidad, tampoco es tanto tiempo. ¿Con quién saldrás entonces?

—Un compañero de la universidad. Me invitó al cine y le acepté.

—¿Un compañero?

—Nos conocemos hace poco. Es... lindo y muy educado e inteligente y usas puntos y comas en todos sus mensajes. ¿Quién hace eso? Bueno, solo quería avisarte que saldré con él.

—¿Y se puede saber el nombre del desafortunado?

—Se llama George. No más preguntas porque tengo que ponerme más lindo.

Dream da brinquitos de la felicidad hasta su habitación. ¿Aquello se podría considerar una cita o estaba apresurando las cosas?

Ya podía imaginar su sonrisa al ver a George en su puerta tan lindo como siempre. Chocar sus manos accidentalmente y que George la tome de nuevo con delicadeza. Ver la película silencio. Luego regresar a casa y decirle que fue la mejor salida que tuvo en mucho tiempo.

Escucha el timbre de su casa y se asoma por la ventana solo para corroborar que es George quien está afuera.

Corre hacia la puerta no sin antes despedirse de su madre con un beso en la mejilla.

Abre la puerta y se encuentra con la sonrisa más hermosa que ha visto en toda su vida.

—Hola, Dream. ¿Estás listo?

—Eso parece.

—¿Quieres que llame a un taxi o prefieres caminar?

—Caminar está bien para mí.

—Lo mismo pensé. Quería aprovechar para hablar contigo. Siento que casi nunca hablamos mucho por mensaje por mi culpa y es más bonito escuchar tu voz, además, así te sientes más real.

—¿A qué te refieres con eso último?

—Por mensajes no puedo leer las expresiones de tu rostro ni tu lenguaje corporal. No sé el tono de tus palabras o si en algún momento eres sarcástico.

—Es que a mí me gusta más hablar contigo por mensajes, porque me pongo nervioso cuando conozco nuevas personas.

—Sí me di cuenta —George ríe por lo bajo—. Es tierno. Yo tampoco es que sea una persona extrovertida, es más, me considero una persona solitaria. No tengo a muchas personas a las que llame amigo, porque siento que es un puesto muy grande que alguien se debe de ganar. Aunque entablar una conversación nunca se me ha vuelto un reto con personas interesantes.

—¿Crees que soy interesante?

—Podría desvelarme hablando contigo.

Eso provoca como Dream sonría. Se siente como estar en las nubes y ver el cielo más azul. Es un sentimiento tan hermoso, porque esas solas palabras se sienten como las palabras más hermosas que pudiera escuchar.

—¿Siempre eres así de feliz? —pregunta George.

—No, es tu culpa. Causas esto en mí. Siempre estás diciendo cosas lindas, ¿cómo quieres que no sea feliz así?

—Solo digo lo que pienso.

El viento sopla con fuerza y hace que algunas hojas secas vuelen. Una de ellas cae sobre él cabello de Dream y George no tarda en tomarla.

—Parece que te ha elegido. Es muy linda. Deberías conservarla.

George se la entrega haciendo que sus dedos rocen un poco, aunque aquello es suficiente para que el corazón de Dream se acelere locamente.

Debe hacerlo apropósito. Debe ser consciente de lo que provoca en él. Es tan dulce y tan atento. Presta atención a cada una de sus palabras, al entorno y a casa una de sus expresiones. En todo el camino no deja de decirle cumplidos con la excusa de que dice lo que piensa, ¿porque cómo alguien va a pensar en cosas lindas todo el tiempo?

Llegan al cine. Ni siquiera le ha preguntado qué película van a ver y tampoco le importa, solo quería estar con George.

George también quería estar con él. Ha pasado un largo tiempo desde que nadie llama su atención, nadie lo mantiene tan atento a una conversación. Porque Dream no era alguien que buscaba, pero se alegra que él lo haya encontrado.

La película acaba y Dream se sorprende al ver a George secando una pequeña lagrimita. Ha estado tan enfrascado en sus pensamientos que no se ha dado cuenta del porqué de su llorar.

—¿Está todo bien?

—Ha sido una linda película —responde en una voz suave—. ¿Te gustó?

—Sí... Fue muy linda.

—Perdón. Me agarró el sentimiento —George ríe suavemente.

Dream quisiera no verlo llorar nunca más, aunque le sorprendía que George aún así se viera hermoso.

Salen del cine y dan un paseo por el centro comercial hasta que Dream se fija en una librería.

—¡Hay libros en descuento! ¡Tenemos que ir! —exclama Dream, jalando a George del brazo.

—No sabía que te gustaba leer.

—Me gusta, pero no leo muy amenudo.

—¿Qué lees?

—Me gusta la saga de Percy Jackson, ¿la has leído?

—Soy más de clásicos.

—Es un clásico de la literatura juvenil.

—También me gusta Harry Potter.

—Me vi las películas. Son buenas.

—Debes leer los libros. Tengo toda la saga completa. Si quieres me puedes acompañar a casa y te los presto.

Los ojitos de Dream brillan al escuchar eso. George acababa de invitarlo a su casa y le prestaría sus libros.

—¡Sí, sí, sí!

Ambos entran a la librería y cada uno se pierde por su lado mientras buscan libros y corren a mostrárselo al otro.

—¿Cuál te gusta más? —George le muestra dos libros.

—El de la derecha.

—Ni siquiera te he dicho de que trata.

—Tiene una portada bonita.

—No puedes elegir un libro por su portada. Aunque... sí tiene una portada bonita. Me lo voy a comprar. Tienes buen gusto.

Por algo me gustas tú.

Too Sweet [DreamNotFound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora