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El silencio es tan grande que puede sentir su corazón latir desesperado. Por un lado deseaba ser el culpable de que George recaiga en los brazos del amor, quería que George lo mire con el mismo amor que él lo veía.

—¿Por qué crees eso? —pregunta Dream en un hilo de voz.

—Porque últimamente me siento mejor de lo que alguna vez he estado. Él siempre me saca una sonrisa aunque creo que no es consciente de eso. Me siento seguro a su lado que si ahora mismo me pidiera estar junto a él el resto de nuestras vidas, no dudaría en aceptar. A la vez creo que me apresuro a pensar que me estoy enamorando, porque no me suelo enamorar fácil, pero por alguna razón con él es diferente.

—Hablas muy lindo sobre él. Suena como alguien que en verdad te gusta y no tengo duda en que él también guste de ti.

—¿Sería raro si te dijera que no quiero estar con él, o mejor dicho, no quiero que él esté conmigo?

—¿Por qué? ¿Cuál es el problema?

—Temo no ser suficiente.

Dream no entendía sus palabras, era como si hablara algún idioma que jamás había escuchado. ¿Por qué sus palabras eran tan contradictorias? ¿Cómo George se atrevía a creer que no era suficiente? Si George era la persona más fantástica que había conocido. Tiene un gran intelecto del que no presume porque es modesto, una suave y linda voz que junto a su extenso vocabulario lo hace sentir que habla con un ángel, un rostro tan lindo con facciones tan tiernas y ni hablar de su increíble sentido del humor.

No podía creer que alguien como George se sintiera insuficiente, porque para sentirse así debería estar enamorado de alguien mucho más fantástico de lo que era, y Dream estaba lejos de ser mucho mejor que George.

—George, —murmura Dream, acercándose a su personaje del juego— nunca más digas que no eres suficiente. ¿Sabes lo mal que me haces sentir al escuchar que alguien tan maravilloso como tú no se siente suficiente? ¿Entonces qué nos queda a los simples mortales?

—Me estás sobrevalorando —George se ríe y puede reconocer perfectamente que estuvo llorando un poco.

—Ven, ven, ven. Sígueme. Debo mostrarte algo.

Dream empezó a correr en Minecraft y George lo seguía por detrás. Apenas habían empezado a jugar y no había mucho más que mostrar que las estructuras generadas aleatoriamente, pero Dream sabía que si seguían avanzando tal vez encontraban algo increíble.

En un momento llegaron a una gran grieta que ni siquiera se podía ver el fondo de lo oscuro que estaba y si intentaban saltarla, sería imposible llegar al otro lado.

—¡Cuando llegues al borde salta!

—Dream, nos vamos a matar —dijo George, sin entender lo que Dream trataba de hacer.

—¡Solo salta!

Y cuando ambos llegaron al borde de la grieta saltaron a pesar de que sabían que no llegarían al otro lado. Cayeron rápidamente hasta llegar al fondo de la grieta donde un gran charco de agua los amortiguó.

—¿Lo viste?

—¿Cómo sabías que había agua?

—No lo sabía. Fue el poder del guión y porque el miedo no evita la muerte, el miedo evita la vida, George. Tal vez simplemente lo estás sobrepensando mucho, haciéndote creer que no eres suficiente porque tienes miedo que no funcione con esa persona. ¿Pero y si por el miedo de no intentarlo lo terminas perdiendo? ¿Qué te dolería más?

—Ambos escenarios vuelven.

—Hay un tercer escenario donde las cosas van bien y ustedes son felices juntos por la eternidad.

—Es un pensamiento muy infantil.

Dream frunce el sueño y empieza pegar al personaje de George, quien intenta escapar para que no lo mate.

—¡Dream, basta, vas a matarme!

Continúa golpeándolo hasta que George muere.

—Listo. Ya estás muerto. ¿Fue realmente malo?

—No, porque no tenía nada que perder.

—¿Y ahora tienes algo que perder?

—A él. Tengo miedo de perderlo, de perder estos momentos que me hacen tan feliz a su lado y que nunca vuelva a encontrar esa felicidad.

—Esa es la mejor parte del amor, George. A nuestra edad sabemos que nada es para siempre. Nos enamoramos pero sabemos que no será para siempre. Por eso nos arriesgamos, por eso nos entregamos hasta quedarnos vacíos.

—No sabía que leías a Pizarnik.

—Pues nadie pudo decirlo mejor.

—Hagamos un trato. Yo le diré lo que siento a él y tú le dirás lo que sientes a la persona que te gusta.

—El problema es que no creo que le guste.

—¿Hace un rato no estabas hablando de arriesgar? Arriésgate. No sueltes solo palabras, Dreamie. Actos, necesitas actos.

—Bien, bien. Mañana cada uno se lo dirá. Te odio, George.

—Yo igual, Dream. Me encantaría jugar un rato más, pero ya me están llamando a cenar. Nos vemos en clase.

—Nos vemos, George.

George se desconecta de la llamada de discord y Dream se queda con la mirada en el techo sin saber qué hará mañana.

Entonces mañana era el día, mañana por fin sería el día donde quedaba entre el todo y la nada.

Tal vez podrían quedar como amigos, aunque Dream no podría soportar la idea de ver a George con alguien más y fingir que solo lo ve como un amigo.

Too Sweet [DreamNotFound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora