AMARSIGARE

7 2 0
                                    

BYEOL

AÑOS ANTES.

Nunca pensé que te estaría escribiendo este mensaje, pero sé que puede ser importante para ti, o tal vez no, lo que no quiero es que te molestes y sí lo haces que entiendas el motivo.

Tienes una hija, aún sabiendo que me duele, como hermano, sé que mereces saber la verdad.

Ella quiso ocultarlo, en el fondo sabía que no la amabas de la manera que ella sí. Temía que la dejara, aunque para serte sincero, no puedo hacerlo, porque la amo demasiado, Byeol, probablemente no te afecte tanto como a mí, sin embargo, nuestra hija también es tuya y no quiero que por nuestros desentendimientos te prives de conocerla, tiene ocho años recién cumplidos, se llama Melisa. Espero que puedas verla cuando vuelvas a Inglaterra, te deseo lo mejor y en el fondo te amo, tu querido hermano:

Harry.

«Tu querido hermano Harry», pensaba mientras leía una y otra vez la carta que me había mandado, «¿A quién en esta época se le ocurre mandar una carta por correo?» Me continuaba cuestionando, la hipocresía hacían parte de aquellas letras escritas a mano. Recordaba el día de nuestro último adiós, yo la amaba, pero ella me había dejado por mi hermano, el dolor de la traición era algo que me consumía poco a poco. Harry nunca la había amado de esa manera. E igualmente, no podía descartar el hecho de tener una hija, aunque muy en el fondo sabía que aquello podía ser solamente una vil mentira.

—¿Estás preparado?—Aquella pregunta me sacaba de cualquier memoria, iba a dejar todo, arriesgarme, porque no podía vivir en esa incerteza—recuerda que antes de ir al mundo de los sueños vas a tener...

—Conocerla.

—Ella es la única que puede cambiar tu destino, pero debes tener cuidado, detrás de todo...

—Sé que no es una humana normal, no necesitas repetirlo, bruja.

—Las personas que viven de la arrogancia, mueren en ella. Espero que tu parecer cambie, porque si no lo haces, te vas a quedar atrapado para siempre en ese mundo. Si no la salvas, vas a morir y los vas a matar a todos. No solo eso, recuerda que nuestro mundo está en peligro, por culpa de esos humanos.

Y yo me había enamorado de una humana, aunque hubiera sido criado como los de su raza, sabía que nunca sería igual a ellos, pero entendía que ellos querían ser igual a nosotros, por eso nos encerraban en aquellas maquinas.

«Mi hija», me repetía, «tiene mi sangre, por lo tanto corre peligro».

Melisa.

Que nombre más bonito le había puesto, así cómo lo soñábamos, pero los seres humanos mienten, engañan y te destruyen, así cómo la bruja me lo había advertido cuando tenía tan solo ocho años humanos, no quería continuar en el cuerpo de un niño, para ello, necesitaba bajar, desafiar a los de mí mundo, envejecer.

—No voy a matar a Himari, no te preocupes.

—Es nuestra única salvación.

«Y por eso la quiero matar», pensé en ese momento, me había convertido en un hombre, pasado todo lo que los humanos normalmente pasan, amado, odiado, había aprendido a sentir lo que los de mí mundo desconocían.

—No voy a decepcionar a los de nuestro pueblo.

Pero entendía que cada cosa que salía de mi boca, porque me importaba más mi vida que la de los de mi mundo, yo no quería ser como ellos, quería ser una persona normal.

Primero las damas #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora