LA CHICA DE ENFRENTE | kivi's version

6. Ecuaciones

La temporada de exámenes había llegado. Ajetreamiento en los pasillos, alumnos nerviosos, profesores con prisa, bibliotecas llenas, concentración, seriedad, estrés...

Chiara mordió la tapa de boli. Se concentró en la ecuación. Su cerebros comenzó a trabajar pensando en números y fórmulas. Raíces, fracciones, potencias, logaritmo, geometría... Terminó la ecuación después de escribir varias filas de números y tecleó en su calculadora comprobando el resultado con otras de las fórmulas que se había aprendido. Correcto. Se dejó caer sobre el respaldo de la silla con una sonrisa tonta. Era la primera ecuación que había conseguido hacer a la primera en todo el día.

Dio un sorbo a su café y se levantó de la silla para tirarse en el sofá. Se acomodó y se quedó mirando al techo. Dentro de dos días tenía el examen más importante del semestre y llevaba toda la tarde haciendo problemas. Necesitaba un descanso. Necesitaba dejar la mente en blanco por un momento.

Cogió el móvil y miró varios mensajes que tenía de Nicole.

Nicole

-Hola amor😊

-¿Qué tal todo?

-Guapa🙄😛

-Llevas días sin contestarme, todo bien?

Chiara suspiró y salió de WhatsApp sin contestarle. Lo último que necesitaba ahora era una discusión de pareja. Esos últimos días no había tenido tiempo ni de respirar. Se sentía mal por Nicole, le quería mucho y le echaba de menos pero sentía que en esos momentos su cabeza iba a estallar. Necesitaba un momento de relax. Cogió el móvil entrando en su Spotify y pulso la canción 'Dreams' de Fleetwood Mac. La letra comenzó a sonar envolviendo su mente. Cerró los ojos y respiró ondo concentrándose en la canción y olvidándose de todo lo demás. Podía pasarse horas así, desconectando todos sus sentidos excepto sus oídos y acompañar con su respiración la melodía de la canción.

La desconexión de su exterior era tanta que sintió como el sueño le pesaba y sentía que empezaba a quedarse dormida. No debería, los problemas la esperaban con sus cálculos sin resolver... A la mierda, solo era una siestecita...

De repente el sonido del timbre le aporreó sus timpanos interrumpiendo su relajación y haciendo que abriera los ojos bruscamente.

El timbre volvió a sonar con más intensidad. -¡Ya voy!- Grító frotándose los ojos y acercándose a la puerta de su piso.

Chiara abrió la puerta con cara cansada. -Tía te necesito.- Gritó Ruslana histérica. -Me he cargando los enchufes, no me va la electricidad y hoy es domingo y no puedo llamar a un técnico.

-¿Qué dices? ¿Como que te has cargado...

-Da igual.- La interrumpió. -Mañana tengo que entregar un trabajo urgentemente. ¿Me dejas tu electricidad?

-Cla... Claro.- Sonrió al ver la preocupación de su amiga.

-Bua tía me salvas la vida.- Ruslana se lanzó a sus brazos. -Por cierto este es Paul.- Ruslana se apartó la puerta y dejó pasar a un chico alto y sonriente. -Tengo que hacer el trabajo con él.- Explicó la pelirroja.

-Hola.- Saludó el chico alegremente.

Chiara le dibujó una sonrisa a modo de saludo y se apartó dejándoles pasar para luego cerrar la puerta.

Ruslana y Paul se instalaron en la mesa del comedor con su portátil y sus apuntes. Chiara, por otro lado, volvió al salón y observó sus problema de matemáticas encima de la mesa.

Se sentó, encendió la calculadora y cogió un boli poniéndose de nuevo manos a la obra. Después de unos minutos sintió como los párpados la pesaban y poco a poco su vista se nublaba hasta quedarse profundamente dormida.