18. ¿Me quieres?

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Violeta salió del despacho de Noemí con los puños apretados. ¿Pero a esa señora qué le pasaba en la cabeza? ¿Qué maldito problema tenía con ella? Estaba harta de tener que comerse la misma bronca una y otra vez. Como si fuera la única de su clase que no le hacía ni puto caso en sus explicaciones. Bastante que asistía y no se quedaba en casa. Ese día le había pillado dibujando un boceto. Cualquier otro profesor no le habría dicho nada, es tu problema estar atenta o no, ¿Pero ella? ¿Por qué la tenía tanta puta manía? Joder ¿No podía dejarla en paz de una vez?

Salió de su facultad y se sentó en las escaleras encendiéndose un cigarrillo para relajarse un poco, como siempre, le había expulsado de la clase.

Todavía era pronto y el campus estaban bastante vacío, la mayoría de estudiantes estarían en clase.

Observó su alrededor y se fijó en la facultad de Historia que quedaba justo enfrente de la suya. Recordó lo sucedido anoche y una malvada sonrisa apareció en su rostro. Le encantaba vacilar a Chiara. Tenía que admitir que estaba sintiendo realmente una gran interés por aquella callada y misteriosa chica con la que mantenían un pique constante.

De repente la puerta del la facultad se abrió y apareció Chiara con el móvil en la oreja.

Parecía realmente nerviosa.

-Nicole por favor déjame explicarme.- Decía desesperada la morena.

-No Chiara, estoy harta de ti.

-Joder entiéndeme...

-¿Que te entienda? ¿Pero tú de qué vas? No me llamas, no me escribes...

-Yo... Es que...

La chica levantó la mirada y se dió cuenta de que Violeta la estaba observando y se había levantado de las escaleras acercándose hacia ella.

Chiara gruñó y volvió a meterse en su facultad. Caminó por los pasillos y se metió en un almacén vacío.

-No me quieres. ¿No? Eso es lo que pasa.

-Nicole yo... Claro que te quiero...- Decía con las lágrimas en los ojos.

-Deja de hacerte la puta víctima.- Decía perdiendo los nervios.

La chica escucho el sonido de los coches a través del teléfono. -Nicole ¿Estas conduciendo?

-¿Sabes que? Quiero que no vuelvas a aparecer en mi vida. Puedes irte a la puta mierda.

Las lágrimas de Chiara comenzaban a hacerse visibles. Tenía que admitir que la relación con la chica habían cambiado.

Ya no sentía lo mismo... Pero no podía olvidar todos los momentos vividos a su lado. No queria acabar así. Quería hablarlo, exponer sus sentimientos de forma que lo entendiera. Pero todo se había descontrolado.

Podía oír al otro lado de la llamada como Nicole estaba realmente nerviosa, como se oían los sonidos de los coches y de vez en cuando algún que otro frenazo brusco por parte de la chica.

-Nicole para.

-Eres una puta que está jugando conmigo.

-Tienes que entender que está relación ya no va a ninguna parte.

-Va donde nosotras queramos. Pero ya veo que te la suda. Te habrás tirado ya a cincuenta tíos.

-¿Como puedes pensar eso de mi?

-Eres una zorra

Chiara apretó la mandíbula al volver a oír los movimientos descontrolados del coche.

LA CHICA DE ENFRENTE |  kivi's versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora