48. Buenas noches Madrid

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La gente se empezó a amontonar a las puertas del Wizink Center a pesar de que todavía quedaban varios minutos para que estas se abrieran dejando paso al público.

Juanjo, Paul, Violeta, Denna y Alex esperaban impacientes con las entradas en la mano mirando a su alrededor buscando alguna señal para poder entrar sin que la gente se enterara.

-Bea no me coge.- Bufó Denna colgando el móvil cuando oyó el contestador de voz por quinta vez. Miró a Violeta al ver que no hablaba y la encontró pérdida en sus pensamientos con una leve sonrisa en su rostro que solo su mejor amiga era capaz de percibir. La pelirroja se había pasado toda la mañana en la exposición y Denna no había tenido tiempo para hablar con ella de lo sucedido anoche, aunque por lo que podía ver, la cosa no había ido mal.

De repente su móvil sonó.

-Venid detrás de la esquina del recinto.- Se apresuró a decir Bea para justo después colgar.

El grupo obedeció las indicaciones y se encontraron a la rizada esperándolos en una puerta negra en la que se podía leer "salida de emergencia"

Entraron con prisa y siguieron a Bea por los oscuros pasillos hasta que este se dividió en dos puertas.

-Yo me quedo aquí.- Habló Bea. -Tengo que comprobar que esta todo preparado.- Señaló la otra puerta. -Seguís estas escaleras y acabaréis en pista, justo debajo del escenario.

Bea le lanzó una llaves a Violeta que la cogió al vuelo. -Cuando termine el concierto abrís esta puerta y nos juntamos en los camerinos.

-Qué haríamos sin ti...- Rieron Paul y Juanjo abrazándola mientras los demás le daban las gracias.

-Venga pesaos que se va a abrir la puerta principal.- Bea les lanzó un besito con la boca y desapareció por la puerta.

Bajaron a pista y se sorprendieron al ver lo grande que era aquel lugar y el gran escenario que había a su lado. Oyeron como las puertas se abrían y la gente comenzaba a avanzar controlada por los guardas de seguridad para luego recorrer la pista con prisa para acaba lo más cerca posible del escenario.

-Ahora toca esperar.- Denna observó su reloj comprobando que quedaba exactamente una hora para que el concierto comenzara.

Pasaron los minutos, tanto la pista como las gradas comenzaron a llenarse hasta que quedó totalmente completo. Violeta tragó saliva observando la cantidad de gente, realmente Chiara llevaba una gran masa de fans detrás que la seguían y la apoyaban a todas partes. No pudo evitar dibujar una sonrisa orgullosa por lo que la morena había conseguido crear.

De repente las luces se apagaron y el público comenzó a murmurar agitado. Después de unos segundos, tanto la música como las luces del escenario comenzaron a la vez. La melodía de Ronda de más comenzó a sonar tocada por guitarristas, pianistas y baterías que se encontraban a los laterales del escenario acompañado de los gritos de los fans.

Tanto los focos como las pantallas del fondo se tiñeron de un color rojo y enfocaron al centro donde se encontraba Chiara con el micro en la mano y un grupo de seis bailarines a sus espaldas.

La chica comenzó a cantar con una increíble y poderosa actitud mientras junto a sus bailarines ejecutaban una increíble coreografía acompañada por el espectáculo de luces que brindaba el escenario y como no, de todos los miles de fans que cantaban a la vez con todas sus fuerzas sin que les importara la salud de sus gargantas.

Por supuesto, el grupo de amigos no dudó en unirse al coro mientras observaban a su amiga darlo todo en el escenario. Denna rodeó a Violeta con el brazo y las dos alzaron el puño gritando el estribillo con una gran sonrisa y unos ojos brillantes.

Chiara entonó la última frase de la canción aguantando el canto por largos segundos mientras la melodía se desvanecía. Miró al frente con una sonrisa. -¡¡Buenas noches Madrid!!

El público la contestó con gritos y aplausos mientras las luces se apagaban para dar paso a la siguiente canción.

Sonaron las canciones de About time y Mala costumbre sorprendiendo Violeta que también las reconocía y se las sabía y no dudaba en cantar a pleno pulmón.

El escenario ahora se pintó de rosa y Chiara, también ejecutando un baile y con un gran espectáculo de luces y fuego, comenzó a cantar La invitada.

El público la acompañaban con locura con sus miradas clavadas en ella y los ojos tan abiertos que se podía ver el reflejo de las llamas en cada una de las brillantes pupilas.

El recinto se oscureció de nuevo dejando respirar al público. Esta vez se iluminó única y exclusivamente con un foco blanco que señalaba un pie de micro en medio del escenario. Chiara apareció con una ropa totalmente diferente a la anterior como llevaba haciendo durante todo el concierto.

La chica se acercó al pie de micro y se relamió los labios mirando al público. -Esta canción se llama 3 de febrero.

La gente comenzó a gritar de la emoción mientras observaban como los guitarristas comenzaban la melodía. Chiara comenzó a cantar, comenzó a cantar con un sentimiento que hipnotizaba a todos los presentes. Sentía cada palabra, miraba al frente y acarician el mental contagiando a la gente, transmitiendo todo su significado.

Violeta había dejado de cantar y la observaba con admiración. Observaba sus labios moverse mientras el angelical tono de su voz se colaba por sus oídos. Miró a su alrededor y sintió como su pecho se encogía al ver a las miles de personas con la linterna de sus móviles en la mano moviendo el brazo de izquierda a derecha. Una lágrima se deslizó por su mejilla observando orgullosa como Chiara separaba el micro del pie y lo alzaba quedándose callada y dejando que el público cantara el estribillo. -¡Una más Madrid! ¡Que nos oigan!- Chiara se quedó en silencio con una sonrisa mientras sentía cada voz de sus fans rodearla y acompañarla.

La chica se llevó el micro a la boca y finalizó la canción en un suspiró en el que el público entero se calló para luego contrastar con gritos y aplausos.

El concierto continuó con más canciones, de diversos estilos pero todas unidas por la voz de la chica que no dejaba de sorprender a todos los presentes.

Violeta se dejaba la voz en todas las canciones que en algún momento Chiara le enseñó y ella no había dudado en aprenderse la letra y la observaba con una sonrisa mientras oía canciones nuevas que no dejaban de encantarle.

Los minutos de adrenalina finalizaron con un nuevo oscuro en el que el lugar se quedó en completo silencio.

Una decena de rayos de luz con un tono amarillento comenzaron a moverse alumbrando al público para luego centrase en el centro del escenario donde apareció Chiara sentada en un plano.

La gente comenzó a aplaudir y la chica se quedó en silencio hasta que finalizaron los aplausos y todo volvió a quedarse en silencio. Tragó saliva relajando la agitada respiración que arrastraba de todo el concierto y se acercó al micro que se sujetaba con un adaptador desde el piano. -Quiero finalizar la noche hablandos de una persona.- Se relamió los labios. -Una persona con la que un día me senté a su lado y me preguntó que por qué no me dedicaba a la música.- Suspiró. -Yo le dije que tenía miedo, miedo al fracaso, a que mis conciertos estuvieran vacíos.

Violeta sintió como su corazón comenzaba a latir con agitación. Recordaba esa conversación en el banco del parque.

Chiara sonrió. -Y ahora miro al frente. Os veo a todos vosotros y a todos los que he dejado atrás en otras ciudades. Y os juro que sigo sin creerme lo que esta pasando y sigo sin saber cómo agradecerlo, a todos vosotros, pero sobre todo a esa persona que me dibujó una mueca y me dijo que si no lo intentaba, nunca lo sabría.

La morena bajó la mirada y observó a Violeta parada a pie de escenario con lágrimas en los ojos.

-Chica de enfrente, gracias por enseñarme a no rendirme nunca. Esta canción es tuya.

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Cuarto capítulo del mini maratón:)

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LA CHICA DE ENFRENTE |  kivi's versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora