CAPÍTULO 8

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Holaaaaa. :)

Espero que esta semana os haya ido bien, y si no ha ido bien o si os ha ido genial en este mensaje os podéis quejar de lo que queráis o decir lo que queráis, así os quedáis a gusto antes de leer.

Sé que en las etiquetas del libro pone romance, y no os preocupéis, no es el de Marco y Adelina al que me refiero, solo que ya saldrá más adelante.

También os quería recordar que si os gusta la historia le déis a la estrellita.

Y nada más, a rezar porque no tengo claro que en esta termine la historia de Adelina.

Jajaja no va a pasar. Saludos.

Espero que lo disfrutéis. <3

Me despierto.

Gracias por la aclaración, aunque creo que es obvio que si no estás despierta no hablas.

Ja, ja. Muy graciosa, querida conciencia.

Ya que tú no lo eres, lo soy yo.

Hago lo de todos los días, el desayuno, jugar con Arlen, las llamadas...bla, bla, bla.

Cuando van a ser las cinco, caigo en la cuenta de que no tengo nada "elegante" para la quedada de hoy.

Para no importarte Marco bien que te quieres vestir bien.

No lo hago por él.

Ya.

Cojo a Arlen y vamos a una tienda de ropa. Casi todos los vestidos que hay son o para gente muy joven, o para gente muy vieja. Y yo soy joven, pero quizá ya no tanto.

Pues ponte uno de vieja.

¡Eh! ¡Todavía no soy vieja!

Si tú lo dices...

Voy recorriendo todos los pasillos de la tienda hasta que al final me decido por un vestido azul marino de corte princesa liso. Voy a pagar y son veinte euros. Qué barato comparado con otros más feos.

No sé por qué te sorprende si has ido a la tienda más barata que has encontrado en internet y encima en rebajas.

Esos datos el espectador no los necesita, querida conciencia. Además, hay que ahorrar.

Con lo que me queda -que son unos veinte euros ya que sobraron de los potitos- compro maquillaje que cuesta quince euros. Es bastante feo, pero veré qué puedo hacer.

Cuando llego a casa, son las 17:30, por lo que me doy una ducha rápida, me seco el pelo, me visto, me peino y me maquillo. (Al final el maquillaje no quedó taaaan mal).

Cuando acabo, son las 18:45. Cojo a Arlen y me dirijo al Starbucks.

Cuando llego, veo a Marco esperando en la puerta. Me aliso el vestido con la mano libre y me acerco haciéndome notar.

-Hola De... -dice girando la vista hacia mí-. Whoa, estás preciosa -añade sonriente.

No te sonrojes, no te sonrojes. Por favor, deja de sonreír así, Marco...

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