CAPÍTULO 2

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Realmente esto no debería estar aquí, porque esto es del 6 de junio y lo de abajo del 5, pero es que me ha hecho mucha ilusión ver que Fragmentos De Estrella está en el top #12 de 1,78k novelas #profundo. Igual es algo normal, pero me ha ilusionado mucho, así que espero que el libro llegue a más gente.

Ahora sí, el capítulo 2.

La vecina de Adam, Guille y ahora Kelly, observa a la bebé mientras ella duerme en sus brazos.

"Los niño son criaturas inocentes" piensa. "No deberían convivir en el horrible mundo de los adultos. Deberían crecer libres"

Kelly despierta haciendo un ruidito.

–¡Hola, Kelly! -saluda la mujer con ternura-. ¿Has dormido bien?

La bebé se estira y se queda mirando a la señora. Segundos después, se rie con inocencia.

Adelina rie también, pero arruga la nariz.

–Me parece que alguien ha hecho sus necesidades encima mía... -dice, divertida.

Kelly ríe, esta vez con una mueca maliciosa.

–¡Pero será mala! -protesta fingiendo estar ofendida-. ¡Encima que te cuido, te cagas en mí literalmente!

Kelly ríe de nuevo y saca una sonrisa a su nueva vecina, que se pone en pie con ella en brazos y va a una habitación.

–¿Cómo me voy a enfadar contigo, Kelly? -niega Adelina-. ¿Acaso hay algún ser que se resista a tus encantos?

La mujer entra en la habitación.

Está repleta de jugetes para bebés y niños pequeños, desde sonajeros hasta peluches. Las paderes están decoradas con pegatinas de mariposas, barquitos de vela y dibujos abstractos.

En una esquina, hay una cuna de madera clara con un colchoncito verde, al igual que las paredes de la habitación y las sábanas de dicha cuna.

Adelina baja un tabla que hay en la pared. Un cambiador para bebés. Coloca con cuidado a Kelly y se dirige al armario, de donde saca un pañal y polvos de talco.

Cuando la luna cae, los niños duermen, los lobos salen. La noche está en paz, muy en silencio, cabe recalcar... -caturrea.

Se acerca a Kelly y empieza a cambiarle el pañal.

–Ugggg... Kelly, como siendo tan enana puedes soltar este olor...

La mujer termina con la ardua tarea, coge a Kelly en brazos y la sienta en un pequeño puf  verde también que hay en el centro de la sala.

–¿Te apetece jugar, Kelly? -pregunta la mujer sonriente.

Le acerca a Kelly un peluche, un osito panda con un bambú entre las manos. La niña lo observa con curiosidad y lo abraza con fuerza.

–Te gusta, ¿eh? -Adelina sonríe con nostalgia-. Es Osito, sí, así se llama, muy original. Pues eso, Osito era el peluche favorito de...

En ese momento, la mujer se ve interrumpida por el sonido del timbre. Suena con insistencia y repetidas veces.

La mujer suspira.

–¡Ya voy! -grita secamente.

Se levanta del suelo y se acerca a la puerta de la habitación, pero justo cuando va a salir, se da media vuelta y se acerca a Kelly.

–Ahora vuelvo, ¿de acuerdo? Solo será un momentito -y deposita un beso en la frente de la niña.

Funeral

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