Fragmentos De Estrellas

CAPÍTULO 28

Holaaaa :)

¿Qué tal?

No creo que nadie de Valencia esté leyendo esto, por lo menos no aún, pero mucha fuerza a todos los afectados. ♥︎

Disfrutad del capítulo. <3

Vale, estoy pensando que esto quizá no es buena idea.

Estamos en frente de la casa de Arlen y me tiemblan las rodillas de una forma tan exagerada que me aferro al pelinegro como si la vida me fuese en ello.

Y porque tengo miedo de caerme y mancharme el elegante vestido negro que he escogido para la ocasión.

Siempre diva, nunca indiva.

-¿Entonces tengo el pelo bien? -pregunto por enésima vez.

Él suspira, pero sigue sin perder la calma.

-Sí, Oruguita. Estás perfecta.

-Bueno, pues vamos dentro -decido.

Arlen no dice nada porque sabe perfectamente lo que va a pasar a continuación.

En cuanto pongo un pie en el jardín de la casa, vuelvo hacia atrás.

-No puedo hacerlo -niego con la cabeza.

-Claro que puedes, Kelly -dice en tono tranquilizador.

-¿Tengo el pelo bie...?

Arlen suspira y se pone delante mía sujetando mi cara entre sus manos.

-Kelly -toma mi cara entre sus manos y me obliga a mirarle fijamente-. Estás tan jodidamente espectacular que cada vez que te miro sigo sin creerme que yo haya conseguido conquistarte.

Parpadeo. Parpadeo.

-No tienes que preocuparte de nada, todo va a ir bien -me sonríe con picardía-. A no ser que prefieras que...

Me sonrojo mientras mi pelinegro me mira como si fuese lo único que existe a su alrededor. Y no voy a mentir, se siente tan bien...

Love is in the air...

-Así que sí, tienes el pelo bien. ¿Quieres que pasemos o te ha convencido mi magnífico plan?

Trago saliva mientras asiento cogiendo su brazo de nuevo.

-Vamos dentro.

Creo que le clavo las uñas cada vez más cuando damos un paso, pero él no se queja.

Al final, llegamos a la puerta principal de la casa y tengo el impulso de salir corriendo, pero tengo las piernas tan tensas que me sería imposible dar más de dos pasos sin caerme.

Es conocer a dos personas, Kelly Walker Scarlett.

Es conocer a dos personas importantes no solo personalmente, si no también socialmente.

Dios, me voy a desmayar.

Creo que puedo convencer a Arlen de que nos vayamos de aquí. No me malinterpretéis, pero el segundo plan me da menos miedo.