CAPÍTULO 6

249 99 177
                                    

Holaaaa :)

¿Me odiáis mucho? Espero que no. (O mato a vuestro personaje favorito <3.)

Este capítulo también lo he escrito seguido del final del otro, pero siempre hago eso y al final es el martes cuando lo subo (aunque muchas veces lo tengo antes del martes ya editado, solo que no lo subo por lo que ya os dije).

Bueno. CREO (Espero. O no, no lo sé) que en este capítulo ya sí terminamos la historia de Adelina.

SPOILER: no. Hasta el nueve de julio os quedais así. (CREO) Mi intención era acabarlo, pero no quiero no alargar el capítulo, y además me viene bien para una cosa.

¿Estáis tristes, contentos, no lo sabéis...? No os preocupéis por que se acerque "el final de la historia de Adelina (probablemente siga apareciendo en la historia, no os asustéis. O igual hago que no, porque creo que os habéis encariñado con ella. Jejeje), espero que os guste el final.

Y ya está todo dicho.

Espero que os guste <3

-¿Que...que quiere ver a Arlen? -pregunto confusa.

Pues no entiendo por qué estás tan rayada, es lo lógico que un padre quiera ver a su hijo.

Ya...

-Exacto -asiente Marc-. Le encantaría verle ya que la última vez que le vio fue el día de su nacimiento y...quiere ver cómo está. Bueno, como estáis.

-Vaya... -digo pensativa.

El trayecto se me ha hecho tan corto que no me doy cuenta de que estamos en el portal de "mi" casa hasta que Marc carraspea.

-Bueno, Adelina -dice saliendo del coche y rodeándolo para abrirme la puerta-. Ha sido un placer volver a verte.

-Lo mismo digo, Marc -contesto, sincera.

Cuando Marc está a punto de volver a meterse en el coche y yo de entrar al portal, me acuerdo de algo.

-¡Oye Marc! ¡Espera!

Marc se gira mientras yo me acerco a él, prácticamente corriendo.

-¿Qué pasa? -pregunta con la serenidad que le caracteriza.

-¿Cómo...cómo me pongo en contacto con...él? -pregunto tragando saliva.

-Oh, sí. Es cierto -dice rebuscando en su bolsillo hasta que saca la típica tarjetita de atención al cliente-. Por motivos de seguridad no te puedo dar el número del señor Guidacci, pero aquí tienes el mío. Cuando te sientas preparada escríbeme o llámame y yo te daré el número de Marco.

Me tiende la tarjeta que yo cojo y examino.

-La verdad...yo también quiero que vuelvas con nosotros, Deli -dice rascándose la parte de atrás de la cabeza.

Oh, ese apodo...que nostalgia.

El apodo y la confesión de Marc hace que esboze una gran sonrisa.

-Me lo pensaré muy bien, Marc -digo.

Tras unos segundos mirándonos a los ojos, Marc se adelanta un paso y me da uno de sus abrazos de oso.

Fragmentos De EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora