THAT GIRL [Rodrigo Carrera]

Prologo

La ciudad de Buenos Aires resplandecía bajo el manto estrellado de la noche, sus calles llenas de vida y movimiento. Rodrigo Carrera, conocido en el mundo de las redes sociales como "Carreraaa", se encontraba emocionado y algo nervioso por su primera participación en un gran evento de videojuegos. Con su cabello oscuro y una sonrisa siempre lista para las cámaras, Rodrigo se desplazaba entre los asistentes con una mezcla de expectación y cautela.

Desde que inició su canal en Twitch años atrás, nunca había imaginado que llegaría a ser tan popular. Miles de seguidores lo apoyaban fielmente en cada stream, convirtiéndolo en una figura destacada en la comunidad gamer de Argentina y más allá. Sin embargo, con la fama también llegaron las presiones y las demandas de mantener una imagen pública y una vida privada en equilibrio.

Entre el bullicio del evento, Rodrigo captó la mirada de admiración de sus seguidores y las peticiones constantes para fotos y autógrafos. Aunque disfrutaba del cariño de sus fans, anhelaba momentos de tranquilidad y conexiones genuinas.

Fue entonces cuando vio a Camila, una joven de ojos brillantes y cabello castaño que parecía navegar con gracia entre los stands de videojuegos. Había notado su nombre entre los mensajes de apoyo en sus redes sociales, pero verla en persona despertó en Rodrigo una curiosidad renovada. Se acercó con cautela, tratando de no parecer demasiado entusiasta o presumido.

—Hola, ¿vos sos Camila? —preguntó Rodrigo con una sonrisa tímida, esperando no haberla confundido con alguien más.

Camila levantó la mirada con sorpresa y luego una sonrisa radiante iluminó su rostro.

—¡Sí, soy yo! Carrera, es un honor conocerte en persona —respondió Camila, extendiendo la mano con entusiasmo.

Rodrigo sintió una calidez reconfortante al estrechar su mano. Hablar con Camila fue natural y fácil, como si ya se conocieran de toda la vida. Juntos exploraron el evento, compartieron risas y anécdotas sobre sus experiencias en la industria de twitch. Con el tiempo, esa conexión inicial se convirtió en una amistad a través de la pantalla que crecía con cada mensaje y stream que hacían juntos.

Lo que Rodrigo no sabía en ese momento era que aquel encuentro marcaría el inicio de una serie de eventos que cambiarían su vida y la de Camila para siempre.