Capítulo 1 El secreto maldito de una Alfa.

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Narrador.

Gales, Manada River Lake hace veintitrés años.

En la soledad de su habitación, y junto a la matrona de la manada, la Luna de la manada, Mayal Watson, trataba de reunir las fuerza para el parto que le esperaba, no había querido que nadie supiera que estaba embrazada, ni siquiera su marido, el Alfa Ray Watson, la culpa la habia tenido esa maldita bruja que los había maldecido, porque el Alfa mandó a aniquilar a todo su aquelarre, justo antes de acabar con ella, la bruja los maldijo de que uno de sus hijos acabaría con su manada, con sus hermanos, y con toda su familia.

El Alfa y ella en esa época ya tenían a su hijo recién nacido Brandon, por eso estaban seguros de que él no sería el que provocaría la destrucción de su familia, pero para no arriesgarse, el Alfa Ray, decidido que no tendrían más hijos. Durante dos años no hubo problemas, siempre tenían cuidado en sus relaciones sexuales, pero una noche en que la luna entró en celo, la cosa se descontroló, y una semana después, la luna descubrió que estaba embarazada.

Cualquier humano que no desean ser padres, o que cometen un error, ante estos hechos, tenía la posibilidad de terminar con el embarazo, pero entré los lobos eso no solo está prohibido. sino que es imposible, la propia naturaleza biológica de una loba protege al cachorro hasta que nazca, es una forma de perpetuar a estos seres tan magníficos y mágicos.

Lo primero que hizo la luna fue ocultar su embarazo a todos, ni siquiera iba a las revisiones, para que su mate no se enterara. Fue la época más difícil que tuvo, los últimos meses de embarazo, se inventó una enfermedad extraña, y contagiosa, que debía ser tratada por una especialista medico de lobos, y debía estar recluida, lejos de todos.

Su marido por esa época también estaba muy atareado, varias manadas habían puesto su mira en la manda River Lake, para expandir su territorio, y el Alfa había pedido ayuda al rey, que en esa época era el padre del Alfa Calix.

La noche que se puso de parto, la matrona la atendió en la habitación donde se había escondido en el último mes, justo cuando el volumen del abdomen de la Luna había crecido, extrañamente, de forma muy voluminosa.

Así que cuando el momento de "obra" empezó, de manera dolorosa, y agotadora, sin casi descanso la Luna se sorprendió cuando trajo a este mundo a tres lindas niñas, tres futuras lobas, totalmente idénticas, La luna había traído a trillizas.

Que fueran hembras la calmó, su hijo, aunque aún era pequeño, ya desarrollaba dotes de Alfa, y nunca en la historia de las manadas, una hembra habia sido la responsable Alfa de una manada, por lo tanto, no había peligro con la maldición.

A la Luna le costó mucho contarle su secreto al Alfa, pero cuando lo hizo, su hasta ahora adorado mate, la sorprendió de manera dolorosa, con lo que le ordenó.

- "Elige solo a una, y entrega a las otras a alguien que las críe, nadie debe saber que existen, no puedo poner en peligro de la manada, ni a mi hijo, ni siquiera por tus hijas."- el dolor que sintió la Luna fue inmenso, pero no le quedó de otra, debía obedecer a su mate.

Eligió a la más delicada de las tres, la más débil, para no provocar la ira del Alfa, y la llamó Brenda, para que hiciera contraposición con su otro hijo. A las otras dos las entregó a una loba viuda que fue su amiga muchos años, y que vivía en las montañas de Pen-y-Fan, con la única orden de que se llamaran, la mayor y más sana, Ailshe, y la otra, la más callada y menos enérgica, la llamó Calmil.

La loba viuda era la mejor opción, pocas veces se reunía con la manada, además nunca había podido tener hijos, y deseaba ser madre, por último, su propiedad en la montaña era de las mejores, a sus hijas no les iba a faltar de nada.

Por otro lado, si alguien de la manada le extrañó, de que de repente la Luna aumentara los víveres, y recursos para los miembros de la manada que vivían en las Pen-y-Fan, nadie dijo nada.

Durante años, mientras las niñas crecían, la Luna se volcó en cuidar de la única hija que le quedaba, como una forma de compensar haber abandonado a sus hermanas, nunca volvió a visitarlas, porque temía que, si las volvía a ver de nuevo, no podría abandonadas de nuevo.

La relación del Alfa y la Luna se deterioró bastante, mientras el Alfa se dedicaba a educar a su hijo Brandon, ignorando la mayoría de las veces a su hija Brenda.

Por otro lado, tanto Ailshe, como Calmil, se criaron con todo el amor que una madre podía dar, la señora Melissa Brown se encargó de eso, de hecho, su madre adoptiva, nunca les contó la verdad de su nacimiento, ellas pensaban que eran hijas biológicas de su madre.

Las que ella consideraba sus hijas, fueron un ejemplo en todo, estudias, confiable y fuertes. Por otro lado, sin saber lo que podía pasar si su padre el Alfa, o algunos de sus hermanos se enteraban de su existencia, las enseño a defenderse, y a cuidar la una de la otra. 

Nota de autor: Hola, ante la petición de varias lectoras, hoy he decidido escribir un relato de algunos personajes que han salido en la novela "La codiciada Luna del Rey oscuro", espero quiero guste. Un saludo 

Las Mates Malditas de los Gemelos Beta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora