Capítulo 26. Unas mates malditas.

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Narrador.

Casa eventual de las hermanas Watson, territorio de la manada Blue Moon, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, ahora.

Cuando todos estuvieron reunidos en el salón, ambas hermanas se miraron con cierto nerviosismo, explicarle al rey Alfa lo que habían vivido desde pequeña, había sido mucho más fácil de lo que estaba haciendo ahora, pero era comprensible, llevaban preparándose años para buscar la ayuda del Rey oscuro, pero nada los había preparado para revelar algo tan doloroso, peligroso e impactante, para los dos mates que las diosas les había reservado.

Por su parte Walter permanecían callado y expectantes esperando a que su pareja se abriese a ellos, mientras Cotton miraba con paciencia la reacción de su hermano cuando conociera la historia de sus mates. Era extraño, normalmente esos dos, no solían ser tan pacientes, eran más lobos de acción, guerreros preparados para aceptar las órdenes que, tanto su Beta, como su Alfa, les dieran, no eran tanto de estrategia, así como de esperar a que fuera el mejor, y más claro momento, para intervenir.

Los otros guerreros de la manada siempre comentaban que los dos betas gemelos, eran como dos misiles teledirigidos, que sólo estaban esperando la orden que se les dieran para atacar, algo que tanto su madre, como su padre, habían lamentado en muchas ocasiones, Cotton y Walter se sentían más cómodos, en los enfrentamientos con otras manadas, que, en una mesa de diálogo entre manadas, eran en sí, unos guerreros natos.

Pero sí su familia, o los otros guerreros, los viera ahora, pensarían que algo extraño les había sucedido, quietos, sentados, mostrando precaución de hacer algo que molestara a sus mates, al mismo tiempo que estaban deseosos de saber todo sobre ellas, entre las cosas que su mente preguntaba estaba la del gran parecido que tenían con la zorra alfa de la manada River Lake, así como la preocupación de su madre para que, por ahora, ellas nos quedarán embarazadas.

Esto en definitiva era lo que más le sorprendía, y era lo único que por ahora Cotton desconocía, de lo que le había contado su mate.

Su madre estaba como loca, y llevaba años intentando que ellos encontrarán a su mate, el deseo de volver a ser abuela, después del nacimiento de su adorada y esclavizante sobrina de los gemelos, era en definitiva la mayor de las presiones de la señora Úrsula Martin, así que no entendía que después de haber encontrado a su mate, su madre fuera la primera que les decía que debían esperar para marcarlas. Algo había detrás de todo ello, y debía de ser importante, por el nivel de tensión que estaban notando en sus mates.

- "Quizás será mejor que empecemos por el principio, por favor escucha Walter, ya que tú lo sabres Cotton, y luego si quieren preguntan"- dijo Ailshe mirándolos a los dos.

- "Se que te he hablado de nuestro pasado, Cotton, pero aún hay cosas que no te que, contado, quizás es hora de que también las sepas, porque te afecta a ti también."- dijo Calmil, algo nerviosa.

Y comenzaron su relato, desde su nacimiento, la maldición, el rechazo de su padre, por las desgracias que la maldita B había provocado, para finalmente decirles lo que más ellas temían contar, y que, en definitiva, por ser sus mates, más les afectaba a ellos.

- "Hoy gracias la bruja de su manada, creo que se llama Nelda, descubrimos que también estamos malditas, por haber nacido en el mismo vientre que la maldita Alfa B, pero nuestras maldiciones afectaran más a nuestros hijos, quienes serán los que de verdad la sufran."- dijo Ailshe con la voz temblorosa, en espera de la respuesta de sus mates, mientras notaban que su hermana se pegaba a ella, buscando algo de consuelo, en espera del dolor que ambas pensaban que iban a sentir.

- "¿Así que es por eso por lo que nuestra madre nos ordenó que esperáramos?"- dijo de prometo Cotton mirando a su hermano.

- "¿Pero hay alguna forma de romper a la maldición?"- preguntó ansioso Walter.

- "No sabemos, la bru...digo Nelda y la Luna Gamma van a intentarlo."-les dijo Calmil.

Ambos lobos, para sorpresa de las hermanas, sonrieron felices, y luego se acercaron a abrazarlas.

- "Bien entonces está hecho, Nelda y nuestra Luna son muy poderosas, y ellas sabrán que hacer, y una vez que estemos unidos como mates, les ayudaremos a vengarse de esa zorra Alfa, la lucha es nuestro terreno, y seguro que el rey nos ordenara que cumplamos con ello."- dijo Walter abrazando a su mate Alfa.

- "Genial algo de acción para variar, como te prometí no volverás a sufrir, ni tú, ni nuestros hijos."- le dijo Cotton a su mate al oído.

Fue así como las sorprendidas hermanas, comprendieron porque la Diosa les había dado a esos mates, ellos les ayudarían a liberar a su manada de la maldita Alfa, y acabarían con la maldición que habían asolado a su familia, y por primera vez en años de desgracias, se sintieron felices, muy felices. 

Las Mates Malditas de los Gemelos Beta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora