Capítulo 19. Primer encuentro de mates: la orden a los gemelos.

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Narrador.    

Campo de entrenamiento, territorio de la manada Blue Moon, Condado de Wicklow, Irlanda del Sur, hoy.

- "¿Pero que demonio hacéis?, ¿seguro que no quieren que el Alfa os arranque la cabeza, maldito inútiles?"- la voz de un Cotton furioso, se oyó en todo el campo de entrenamiento.

- "¡Joder! George, de donde has sacado esta pandilla de inútiles, el Alfa los exterminará de un sólo chasquido"- se burló Walter mientras derriba a los tres lobos, de un solo movimiento.

George gruño desde un lateral del campo, los malditos gemelos siempre que entrenaban a los lobos nuevos solían romper algunos huesos, para que los lobos se acostumbran al dolor, y para que el sistema de curación del lobo se acelera, algo muy importante cuando estaban en plena batalla, para su supervivencia, el problema era que disfrutaba con esta técnica, y normalmente, luego los aspirantes a guerreros los temían.

- "¿Queréis dejar de molestar?, hoy no tenéis que entrenar, ir a molestar a otra persona, o a buscar a vuestra mate, yo estoy haciendo mi trabajo, malditos niñatos molestos."- le dijo serio George, el mejor rastreador de la manada, de la edad de su hermano Elijah.

- "¿Otra vez estos dos aquí?, ¿qué pasa que vuestra madre os echó de casa?"- la burla del Delta Brandon era muy común entre los guerreros del Rey oscuro.

Se llevaban muy bien, y de todos era conocido el genio de la mate del antiguo Beta, una omega, a la que no le importaba enfrentase con cinco betas a la vez, como a todo un regimiento de guerreros.

Todos que sabían que un insulto a Úrsula Martín suponía la muerte segura, a manos de las betas más fuertes que había en la manada, y que justamente, cuatro de ellos, los había traído la omega a este mundo, como para pensárselo, además el Alfa la adoraba.

Los gemelos le fueron a responder con su conocida ironía al unísono, pero una orden mental ineludible, los paralizó, era una orden que sólo era superada por la del Alfa, o el beta de la manada, simplemente era una orden de su madre, eludir esa orden les suponía una paliza de su padre, o su hermano mayor, y eso sí que era tremendamente peligroso.

- "Tenéis que venir a la mansión del Alfa en dos horas, para el almuerzo, tienen que hacer de escoltas de unas invitadas especiales del Rey, y por favor dúchense y poner presentables y bien vestido, Cotton, te aviso, como me avergoncéis, ateneos a las consecuencias."- dijo su madre, y los dos hermanos se miraron con una mueca de disgustó.

- "No pienso ponerme un traje de esos."- se quejó Cotton que le encantaba cuando están en el territorio de la manada, ir siempre medio desnudo para con tan solo un short, que le facilitaba la transformación, algo que, por otra parte, hacía rabiar su madre.

- "Tú mismo, contaré las veces que papa, te partirá la cara, y Elijan se sentará sobre tu cabeza. George, Brandon, nos vamos, ordenes de la jefa."- dijo Walter comenzado aponerse la camisa, para ir al todoterreno que habían tenido que coger esta mañana, porque su madre les había requisado el coche.

- "Y que hacéis ahí parados, idiotas, ya tenían que estar allí, estos dos cada día, quieren vivir menos."- dijo Brandon burlándose de ellos mientras George soltaba una carcajada.

Llegaron a la casa, para ducharse y vestirse rápidamente, y nada más entrar encontraron Èola, con dos perchas donde colgaban dos trajes, tipo ejecutivo, en cada da mano, mirándolos.

- "Ordenes de mamá"- dijo con una risita siniestra el menor de los Martin. Todo lo que fuera molestar sus hermanos mayores, en especial a sus dos abusadores hermanos gemelos, lo disfrutaba.

- "¡No! ¡Ni de coña!, yo no me pongo eso, no..."- comenzó a quejarse Cotton, mientras Walter ponía una mirada de asco al mirar el incomodo traje.

- "Papá, dicen que no."- dijo el enano de los Martin, y un gruñido se oyó desde el despacho de la casa de la familia Martin.

La reacción fue inmediata, ambos gemelos cogieron los trajes mirando con advertencia a Èola, que sonrió divertido, y corrieron escaleras arriba para ducharse y vestirse, en tiempo récord.

Dos horas después estaban en la puerta de la mansión del alfa y se dirigía al comedor. De pronto, ambos gemelos, lo sintieron, esos olores que los habían enloquecido la noche anterior, pero ahora era mucho más fuerte, y sus lobos interiores rugieron excitados.

- "¡Mates!"- dijeron ambos lobos desde dentro.

Sin poder controlarse, y fuera de sí, ambos lobos corrieron hacía el comedor, y nada más entrar, una bocada de aroma a pareja predestinada los paralizó haciendo que sus ojos, con una claro brilló lobuno, reflejo de sus lobos interiores, buscaran por la habitación.

De pie, con dos sillas, que se encontraban en el suelo caídas, y alteradas, en un lateral de la mesa, mientras respiraban con dificultad, y gruñendo sin control de deseo, estaban dos lobas idénticas, preciosas, y perfectas. En ese momento, por instinto, cada uno supo con sólo mirarla, cuál era su pareja.

-" ¡Mía, es mía!"- dijeron los gemelos a la vez, como es su costumbre, sin control.

Todos los que estaban allí, quitando las parejas de gemelos, estaban sorprendidos, todos excepto dos mujeres, que ahora trataban de disimular una sonrisa, muy mal por cierto. 

Las Mates Malditas de los Gemelos Beta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora